Ser presentador de televisión de éxito y que tu cadena, en lugar de protegerte de la sobreexposición, te lance a hacer programas y programas durante horas es una de las más terribles formas de quemar la carrera de un profesional de éxito que se me ocurren. Y es que no hay cadena de televisión que pueda resistirse a poner al frente de cualquier nueva apuesta a su cara más representativa del momento, a la que garantiza que al menos se le dará una oportunidad al programa. En ocasiones no tiene que ser el profesional que más méritos reúna en el total de la cadena, ni el más seguido, basta con que sea el mejor en lo suyo para que se le encarguen todas las tareas de cierto riesgo, sin pensar que en muchas ocasiones esta misma sobreexposición es el riesgo en sí misma, algo que en televisión pocas veces se piensa, conscientes como son todos sus actores de que en ella todo es efímero y hay que saber aprovechar el momento.
Lo hemos vivido en muchas ocasiones, hay ejemplos en todas las casas, pero este fin de semana había dos especialmente llamativos: por una parte, en Telecinco parece que el incombustible Jorge Javier Vázquez presentará un espacio de testimonios al estilo Hay una carta para ti, un formato que nada tiene que ver con su tarea de domador en el circo de Sálvame o su sorprendente capacidad para conducir un reality con el mismo éxito que lo hace Mercedes Milá y algo menos de mala leche. Sorprende que al presentador se le encargue un proyecto más con solo hacer la cuenta del número de horas que tiene que pasar en la cadena, pero no parece que unos y otros quieran desaprovechar el buen momento por el que atraviesa y, de la misma manera que su compañera en Supervivientes, Raquel Sánchez Silva, hace doblete con El Cubo en Cuatro después de meses de trabajo fuera de casa reenganchando Acorralados con Supervivientes, a Jorge Javier ya solo le queda pasar por Divinity y recorrer las calles de Nueva York de la mano de Sarah Jessica Parker calzados en unos manolos.
En Antena 3 son algo más de andar por casa con el tema de los presentadores para todo, pero también estos días se anunciaba la presencia de Carlos Sobera como conductor de un nuevo concurso que llevaría por nombre Que pase el siguiente. En este caso, parece que será en sustitución del que ya presenta el propio Sobera, Atrapa un millón, pero no por ello deja de resultar algo cansino ver siempre la misma cara aunque sea con proyectos diferentes, en un lógico intento por mantener una cierta «línea argumental», una sensación de proximidad con el espectador que proporcione ciertas garantías, pero que convierte la novedad de un concurso o programa de estreno en algo ya manido, en una sensación extraña entre la sorpresa y la rutina.
Es evidente que estas prácticas funcionan, que al final como espectadores somos animales de costumbres, máxime aquellos targets a los que van dirigidos este tipo de programas y que tener «en casa» a Carlos o Jorge Javier llamando a la puerta con un nuevo programa es la manera más segura de garantizar que al menos les dejaremos pasar hasta el salón y hasta les pondremos unas pastitas con el café. Que luego su conversación nos encandile o nos resulte aburrida ya depende de otros factores. Mientras tanto, ellos cobran cifras desconocidas pero que a todos se nos antojan astronómicas y hacen bien, una vez los focos hayan terminado de quemarlos, la vuelta a la realidad no será fácil ¡que aprovechen!
Como si no hubieran mas presentadores, no tengo nada encontra de Carlos Sobera pero hay presentadores mejores que el,al menos para mi, y de Jorge Javier Vazquez mejor no digo nada,como si no hubiera nadie mejor que el,telecinco se esta pasando un poquito