Leo en El Periódico que el Consejo de TVE, reunido hoy para discutir temas presupuestarios, ha decidido no encargar más episodios de Cuéntame ni de Águila Roja hasta el 2013 por su elevado coste, inasumible en este momento y con los recortes propuestos por el gobierno.
La noticia es sin duda importante, al tratarse de dos de los programas de mayor éxito de la cadena pública, pero no menos importante es el hecho económico que avala la decisión: simplemente, no hay dinero.
Lógicamente, esta decisión afecta principalmente a las productoras responsables de las series, que ven como una de sus principales y más sólidas fuentes de trabajo e ingresos se quedan paralizadas, con el consecuente efecto sobre sus cuentas particulares y por supuesto, sus trabajadores, tanto el equipo técnico, como el artístico, que tendrá que buscar otros proyectos sin saber realmente a qué atenerse con respecto a su disponibilidad en 2013.
También se ve afectada la parrilla, que deberá encontrar otras propuestas para los huecos que quedan vacíos, aunque esto no ocurrirá hasta dentro de unos meses, pues ambas producciones han terminado esta misma semana (hoy mismo lo hace Cuéntame). Solo espero que no se dediquen a emitir en bucle la incombustible Los misterios de Laura.
Las cadenas privadas deben estar abriendo champán en los despachos ante la noticia, conscientes como son de que sus dos principales oponentes en la batalla de la audiencia, imbatibles semana a semana, acaban de darles un respiro, aunque sea a costa de aquellos con los que trabajan en sus propios proyectos. Y no faltará quién intente «mediar» para encontrar una solución satisfactoria para todos los implicados, pidiendo para sí los derechos de emisión de las nuevas temporadas, algo impensable en estos momentos, pero que no sería tan mala idea si lo que se busca es mantener la producción viva y a la audiencia contenta. Sería aprovecharse del mal ajeno pero ¿no sería peor que las series nunca pudieran volver a la pantalla por falta de financianción pública?
Sin duda, nos encontramos ante circunstancias muy especiales y tristes pero, aunque nos pese, no puedo evitar pensar en la lógica de la decisión. Solo pido que en TVE no sean como el famoso perro del hortelano y que, si ven imposible volver a reflotar estas series, permitan que otros las rescaten, por el bien de todos.
Eso, o que vuelva la publicidad, cuya desaparición es finalmente una de las principales responsables de que estos dos grandes éxitos de la parrilla tengan un incierto futuro.
Yo veo estas dos series, pero más que preocuparme su continuidad, me preocupa la irresponsabilidad que ha llevado a esta situación.
Cuéntame, la verdad no me la imagino en otra cadena, ya es parte de la identidad de la pública.