Después de varias semanas preguntándonos cuántos episodios tendría Gran Hotel y qué podíamos esperar del desarrollo de las historias en función del número de episodios pendientes de emitir e incluso de producir, hoy por fin se confirma que la semana que viene se emitirá la última entrega de esta primera temporada. Así pues, es de esperar que esta noche las tramas se compliquen algo más de la cuenta para dar paso a esa despedida del 6 de diciembre que, bien resolverá la mayor parte de las intrigas, o bien dejará aún más secretos pendientes para que nos mordamos las uñas hasta su regreso (conociendo los productos de Bambú, me inclino más por esta segunda opción).
Si no me equivoco, la duración de la primera temporada de Gran Hotel nunca ha tenido una duración definida, a diferencia de otras series que en su mismo día de presentación ya informan del número de episodios que la conforman y a diferencia de las series americanas que, si bien pueden sufrir modificaciones a lo largo de la temporada, suelen arrancar con una expectativa media de episodios encargados, indispensable para organizar la producción y la evolución de las tramas.
Y no es solo que el equipo de rodaje necesite un plan y un calendario para sacar el trabajo adelante, también el espectador ha de tener algún tipo de referencia a la hora de comprometerse con una serie. Lógicamente todos empezamos a ver una nueva historia asumiendo que tendrá un desarrollo normal, audiencias mediante, un desarrollo que nos ayude a sintonizar con los personjes, a conocerlos, a quererlos y odiarlos y a identificarnos con unos y otros, ansiando un determinado desarrollo de la acción, alegrándonos o disgustándonos con lo que pasa. En principio, nuestra entrega es incondicional pero, a medida que pasa el tiempo, queremos saber qué esperar de la serie, cuanto tiempo nos llevará ver ese beso ansiado, ese asesino detenido o al villano humillado; si no existe una meta, el espectador puede sentirse frustrado.
En los clásicos culebrones de sobremesa (hoy en día emitidos a cualquier hora del día gracias o por culpa de la TDT) el espectador habitual ya sabe a qué atenerse, ya sabe que las historias darán vueltas sobre sí mismas de forma constante tendiendo al infinito, que los amorosos protagonistas nunca estarán a salvo de calamidades que les hagan romper una y otra vez por muy definitivo que parezca su último reencuentro y que es precisamente esa ausencia de fecha final la que engancha a quienes no pueden evitar sufrir con cada ruptura. Los argumentos son tan simples y predecibles que, si supiéramos cuando es el último episodio, no tendría interés ver los demás.
Pero en la ficción clásica emitida una vez por semana, esto no funciona así, más bien todo lo contrario. Yo como espectadora quiero saber qué esperar, cuánto de mi tiempo me están pidiendo, en definitiva, quiero saber cuántas páginas tiene el libro. ¿Imagináis una novela por entregas en la que nunca sabes si te quedan tres meses de lectura o apenas un par de semanas? ¿Cuántas personas esperarían a que todo el libro estuviera completo para decidir si se involucran?
Las siempre complicadas audiencias hacen que cadenas y productoras tengan cada vez más miedo a pillarse los dedos con compromisos contractuales (tanto los reales, en papel y sellados, como los virtuales con el público). Las circunstancias propias de la parrilla y hasta cuestiones ajenas a ella como el calendario futbolístico, pueden dar al traste con una planificación cuidada y una perfecta sincronización de tramas y festivos, de ahí que a veces no sepamos cuantas semanas más de nuestras series favoritas podremos disfrutar, encontrándonos de pronto con que aquello que tanto nos gusta cierra temporada de la noche a la mañana sin darnos tiempo casi a despedirnos. Al final, si la serie te engancha, terminas por dejarte camelar semana a semana, sin pensar en el futuro, pero esto no deja de ser una dificultad más en las complicadas relaciones televisión-espectador, una que puede provocar más de un abandono de espectadores que no pueden vivir con ausencia de un plan.
No sé si me equivoco, pero creo que la semana que viene, al ser día festivo, no van a emitir el último capítulo de la primera temporada. Por lo tanto, ésta finalizaría el día 13 y no el 6.