Ayer por la noche tuve la oportunidad de participar en el programa La Octava Planta de la cadena SER, que dedicaba su primera hora a analizar la relación entre Twitter y la televisión. Junto a Ricardo Vaca, Presidente de Barlovento y Alicia Baidal, más conocida como @Alibaimor, fuimos convocados a charlar de este asunto tan de actualidad en los últimos tiempos, fuente inagotable de noticias televisivas y retroalimentación informativa.
Sentados en el estudio desde el que cada domingo se emite Carrusel Deportivo, debo confesar que la experiencia fue bastante frustrante, pues apenas tuvimos tiempo de comentar nuestro punto de vista sobre el asunto y la sensación de conjunto que dio el programa fue la de que esto de twitter cuando se habla de televisión no es más que un grupo de frikis hablando mal de lo que ven en la tele, algo con lo que no estoy en absoluto de acuerdo. Por eso, y aunque mi blog no es la SER, quiero aprovechar mi ventana al mundo para decir algunas de las cosas que ayer me hubiera gustado comentar.
¿Relación entre Twitter y consumo de televisión?
Aunque son muchos los que insisten en que el medio televisivo está muerto desde hace tiempo, las redes sociales han dado un nuevo impulso al consumo y han conseguido alimentar el interés por el producto, reconduciendo al espectador, aumentando el interés por la emisión tradicional y convirtiendo la experiencia de ver un determinado programa en algo más que esas dos horas de atención que tradicionalmente se prestaban. El hecho de compartir lo que estamos viendo en herramientas como Miso, Facebook o Twitter hace que siempre encontremos a alguien con quién conversar sobre un determinado programa, aunque no lo esté viendo al mismo tiempo que nosotros, y eso alimenta el consumo de productos audiovisuales, del mismo modo que la producción de elementos transmedia hace que los productos de ficción permanezcan vivos toda la semana y no únicamente en los espacios destinados a su emisión en la parrilla.
¿Por qué en Twitter criticamos más que alabamos?
No estoy convencida de que estadísticamente esto sea así. De hecho en mi timeline son muy frecuentes las alabanzas a productos televisivos, tanto de aquellos que estamos viendo, como los que están pendientes de ver y se recomiendan con pasión. Algunos finales de Fringe o The Good Wife han cosechado infinidad de tuits con alabanzas, pero claro, las críticas son mucho más feroces y, sobre todo, divertidas, pues el ingenio acostumbra a despertarse cuando somos críticos y afilamos nuestros colmillos.
En este sentido creo que el programa dio la imagen de un twitter televisivo más friki que otra cosa, algo con lo que yo discrepo completamente, pues entiendo que en Twitter, como en todas partes, existen todo tipo de personas, desde los más frikis que comentarán los programas más extraños y minoritarios, a los más normales, que se dedicarán a comentar las películas o series de la semana en televisión nacional, pasando por los que comentan y ven Sálvame o quienes están atentos a la sempiterna aparición de una teta y un muerto en algunos informativos. Lejos de ser un terreno casi vetado a los programas de divulgación o los documentales, Twitter ha sido el vehículo de éxito de piezas como Comprar, tirar, comprar, un documental emitido en La2, que ha sido todo un éxito de audiencia en la web de RTVE, gracias entre otras cosas a los numerosos comentarios positivos el día de su estreno en la cadena.
Al final, en twitter se vive aquello que uno quiere vivir, con la facilidad de poder elegir de quién nos rodeamos (nunca he entendido quienes siguen a gente cuyas opiniones les resultan molestas).
El problema es que muchos de los que trabajan en medios, se piensan que Internet es de frikis, de niñatos, y de gentes de segunda.
Obviamente ellos los de la SER eran y digo eran muy profesionales desembarcando en Cuatro y enseñando a los de Sogecable… y ya vimos el resultado, Cuatro mal vendida y prácticamente todos los de la SER corriendo a refugiarse en ella otra vez, y eso con suerte, porque su corporativismos ya no es el que era.
Pero el mirar por encima del hombro de los que quedan, persiste, es marca de la casa, si no eres de ellos no vales, ¿Internet? Eres una friki… por favor…