Lo peor que sepuede decir de una serie es «otra más», es como afirmar que eres del montón, que no destacas, ni siquiera para mal, que al fin y al cabo siempre es llamar la atención. Es lo que le pasa a RIS, que no deja de ser una serie más de policías como tantas otras que tenemos o hemos tenido recientemente en nuestras pantallas: El Comisario, Policías, Génesis y por supuesto las americanas de las que presuntamente beben estos creadores, entre ellas CSI, que ha sido la base de la promoción de esta nueva serie.
Como bien dijo Consultor Anónimo la pasada semana, no está bien vender las cosas como versiones de otras pasadas, pues confundes al espectador y le creas unas expectativas que raramente consiguen beneficiar al producto que intenta venderse, que nace con un terrible deficit de personalidad. Si además resulta que el parecido con CSI es mera coincidencia y al protagonista al que recuerdas es al menos carismático de todos pero sin su pelo panocha y sin sus gafas de espejo, te has caido con todo el equipo.
Y es una pena porque el episodio de ayer nos dejó unas cuantas pinceladas de buen hacer visual que pueden resultar prometedoras siempre y cuando:
1-los de autopromos no nos vendan que esto es CSI a la española
2-los guionistas se trabajen un poco más esas conclusiones pseudo-científicas
y 3-nosotros seamos conscientes de que Coronado tiene menos registros que las ciruelas pasas del yogur que anucia
No la vi, ni me acordé. Pero tras leer la descripción que Coronado hizo de Grissom (paletorro y no sé qué más) me da que el domingo que viene no la veré tampoco. ¿Por qué para vender algo de aquí hay que desprestigiar a los de allí? Jamás lo entenderé.