Poner en duda la medición de audiencias basada en los datos que proporcionan los más de 3,000 audímetros repartidos por España es algo muy común en nuestro país, especialmente cuando nadie parece conocer a nadie que conozca a alguien que tenga uno en casa (ayer leí un post al respecto, pero no logro recordar dónde). Actualizo, este es el post que había leido.
Personalmente, creo que los datos estadísticos que aporta la lectura de resultados son hasta cierto punto válidos, aunque es probable que estos datos sean demasiado objetivos y que sería mejor cocinarlos un poco para extraer conclusiones más acertadas o cercanas a la realidad. Esto, por no hablar de la necesidad de poner en valor a las minorías que ven otros programas no tan exitosos pero de público relevante para los anunciates. Pero esa es otra historia.
Lo que muchas veces me planteo cuando leo audiencias es la validez del llamado Minuto de Oro, que representa el momento en que más gente se reúne frente al televisor y que, curiosamente, siempre coincide con los momentos deportivos más importantes o con las escenas televisivas más impactantes. ¿Cómo es esto posible? ¿Es la audiencia española adivina? Estoy segura de que existe una respuesta más o menos lógica a estas preguntas, pero yo no la sé.
Y es que, para anotar quién está viendo la televisión en cada momento y contabilizar correctamente los resultados, es necesario apretar una serie de botones en el mando del audímetro, unos botones que identifican qué miembros del hogar están en ese momento frente al televisor. Así, exige una atención detallada al proceso, aunque apenas dure unos segundos. Supongamos que estamos viendo un emocionante partido de fútbol ¿cómo puede ser que el momento del gol crucial sea minuto de oro? Lógicamente los espectadores están viendo el partido desde el principio y, salvo que se trate de un penalti o falta que nos haga llamar al resto de miembros de la casa, nadie sabe que hay oportunidad manifiesta de gol. Aún así, si van a tirar un penalti ¿realmente debemos creer que los miembros del hogar que se incorporan a verlo dedican el tiempo a introducir su código en el audímetro? Sinceramente, lo dudo mucho.
En otras ocasiones, el minuto de oro tiene más sentido y corresponde a programas en los que sabemos cuando será el momento álgido (la final del primer Operación Triunfo fue uno de ellos) o series de televisión que acaban o se estrenan con mucha publicidad (el último episodio de El Internado tiene muchas papeletas para convertirse en minuto de oro).
Dudas y más dudas en torno a una estadística en base a la cual se mueven millones, caen o triunfan productos, sobreviven o mueren cadenas, una estadística que necesita de resultados inmediatos pero que pide a gritos una revisión desde hace ya tiempo.
¡Bien visto!
¿Tal vez es por el efecto de las repeticiones de los goles, que atraen a más gente? (Y no se contabilizan exactamente en el instante del gol sino segundos/minutos después) Mmmmm…