Hace un par de días estuve en la presentación de la nueva programación de Veo7, caracterizada por la presencia de reconocidos nombres del periodismo español, fundamentalmente vinculados al diario El Mundo. Lo más novedoso de esta nueva etapa en Veo es la diversidad de su programa estrella, La Vuelta al Mundo, que será conducido por un periodista diferente cada día de la semana: desde Ernesto Saenz de Buruaga a Pedro J.Ramírez, pasando por Luis Herrero, Fermín Bocos o el habitual Carlos Cuesta.

Al margen de esta novedad, poco más se pudo ver en la presentación de esta nueva etapa que se reafirma en lo que Veo viene siendo desde su arranque: una televisión de periodistas. Con esto quiero decir que, pese a que son muchas las televisiones que cuentan en sus equipos con periodistas, tanto delante como detrás de las cámaras, existen otro tipo de programas que no precisan de estos profesionales y que buscan entretener sin intención alguna de informar. Esto lo vemos en televisiones generalistas, que combinan ambos objetivos: la información y el entretenimiento y en otras temáticas, que se limitan a emitir películas, documentales o series, sin programación de actualidad alguna.

En el caso de Veo nos encontramos ante un canal originalmente generalista, pero de marcado espíritu periodístico, dando protagonismo a los profesionales que tradicionalmente nos han llegado por otros medios, como la radio o la prensa y que encuentran aquí su ventana al salón de casa.

Precisamente esta característica, esta imagen de marca tan marcada, valga la redundancia, podría ser al mismo tiempo su punto flaco, caso de que aspirara a competir con el resto de generalistas. No parece que vaya a ser así y puede entonces convertir esta aparente debilidad en una oportunidad para quedarse con su nicho, ya reducido de antemano por la clara línea editorial que maneja.

El problema de los nichos pequeños es que son más difíciles de explotar comercialmente, algo necesario si se quiere seguir contando con los periodistas conocidos. Por el momento, han trasladado el plató de informativos a la sede de Unidad Editorial, más céntrica y con acceso directo a la redacción del periódico y explotan su publicidad en pauta única con el grupo Antena 3, lo que les permite ingresar un buen pellizco. Apoyados en estas dos sólidas empresas, el canal va tirando y, pese a que debería aspirar a una mayor independencia, por el momento sobrevivir y moldear la personalidad ya es bastante.