Me ha gustado El padre de Caín, creo que es una ficción muy bien hecha en lo puramente formal, pero también muy bien hecha en lo que se refiere a un tiempo histórico tan dramático como cercano, uno que yo he vivido siendo una niña y que, sin embargo, ahora se me antoja lejano y casi imposible de soportar, quizá por el hecho de ser madre y con ello mucho más consciente de cómo la vida puede cambiar en un instante.
Desde casi el inicio de la serie, con la aparición de un plato de vajilla arcoroc, tan vintage hoy en día como familiar para mí, que he comido mil veces en uno idéntico en casa de mis abuelos, las referencias a un tiempo pasado pero muy reconocible para varias generaciones de espectadores son, sin lugar a dudas, uno de los principales elementos que nos envuelven. Los coches, los muebles, los programas de televisión, hasta los pantalones vaqueros sin lavar, todo nos hace recorrer nuestra infancia y pensar cómo es posible que en algún momento de nuestras vidas las cosas fueran tan tremendas apenas unos pocos kilómetros más allá de donde desarrollábamos nuestras vidas.
El ambiente es angustioso, claustrofóbico, el tiempo pasa lento, cada minuto vivo es un minuto reconfortante porque se sigue vivo y al mismo tiempo uno de angustia por no saber si será el último y eso está muy bien retratado. También la angustia de esas mujeres de guardias civiles que les esperaban en casa, sin saber si cada llamada de teléfono era un pésame o las que se armaban de valor y les acompañaban, encerradas en vida. La historia es tremenda en lo psicológico y es exactamente ahí donde ahonda la trama que, aún siguiendo una operación concreta, la del secuestro de Echenique, la utiliza solo como hilo conductor de lo que no es la parte policial, porque no es una serie de acción, sino una historia de miedo, de terror, del que durante años se ha vivido tan cerca y hemos olvidado tan rápidamente.
La última media hora de la historia nada tiene que ver con el resto, se vuelve más novelada, todo ocurre más rápido y la acción es mayor que la introspección. ¿Innecesario? posiblemente, al menos el conjunto resulta distinto con o sin esta parte del argumento pero, en cualquier caso, una serie que me ha dejado muy buenas sensaciones, en lo televisivo, claro, y que demuestra dos cosas: la buena salud de las producciones de Boomerang y que Telecinco aún puede hacer series que merezcan la pena, aunque últimamente parezca que no confíen mucho en ello y solo se animen con las miniseries, por si las moscas.
Por supuesto, cuando se abordan todas estas tramas basadas en hechos reales, hay quienes miran con lupa todo lo que se retrata, y no han sido pocos los que han hablado desde uno y otro lado de la historia, todos con críticas. Como en tantas otras ocasiones, yo prefiero quedarme con la parte positiva, pues en este caso, si algo no se ajusta a la realidad, es lo que se cuenta en el libro que inspira la serie y es ahí dónde deberían apuntar los que lo critican. Yo solo he visto una serie de televisión que aborda una triste época de nuestra historia desde el punto de vista de la angustia vital de sus protagonistas y no necesito más.