La noticia relevante de las audiencias de ayer miércoles no fue tanto el paseo de La Voz en Telecinco, rozando el 30% de audiencia, sino el récord de Más vale tarde en su emisión habitual antes del informativo de las 20:00 en La Sexta y el dato posterior del especial Al Rojo Vivo en el prime-time.
Muchos podrán pensar que con los acontecimientos políticos del día es muy fácil conseguir buenos datos en un programa que se limita a hacer seguimiento y comentario de los mismos, pues a nadie escapa que lo de ayer en Ferraz era mucho más entretenido y a ratos apasionante que muchos de los programas que se emiten hoy día en la televisión en abierto. Sin embargo, por muy interesante que se ponga la actualidad, para conseguir el favor del público no es suficiente con tener buen material.
Independientemente de sus más que evidentes filias, lo que La Sexta ha conseguido a lo largo de estos últimos años, y muy especialmente en los últimos meses de desconcierto político, es convertirse en canal de referencia para la información y el análisis de la política nacional, tanto si hay noticias como si no las hay. Así, los espectadores potenciales saben que cualquier novedad, cualquier movimiento, cualquier decisión polémica, todo lo que ocurra, estará siendo analizado en el canal en el momento que ocurre o, como mucho, en un plazo máximo de dos o tres horas. Eso, sin necesidad de hacer programación extraordinaria que, si hace falta, también se organiza y se emite.
¿Que Felipe González hace unas declaraciones incendiarias por la mañana? Ahí están Ferreras y sus colaboradores para analizarlas de 12:30 a 14:15. ¿Que Pedro Sánchez se atrinchera en la sede del PSOE por la tarde? Ahí están Mamen Mendizabal y los suyos para contarlo de 18:00 a 20:00. Y si la cosa sigue dando titulares, se monta un especial. Y en cualquiera de estas citas, la audiencia sube, no solo porque la actualidad esté intensa, sino porque el público sabe a dónde acudir para encontrarla y eso es un trabajo de hormiguitas hecho día a día, semana a semana. No serán los más ecuánimes del panorama televisivo, pero sin duda alguna son los más fiables a la hora de cubrir las informaciones, porque son los que están, los que las dan, los que las siguen.