Si septiembre supone el pistoletazo de salida de la nueva temporada, la ceremonia de entrega de los EMMY es el remate de la temporada que termina, algo que queda patente en lo lejos que nos resultan algunas de sus nominaciones, incluido el hecho de que algunas de las series que optan a ganar ya han emitido una nueva temporada, caso de Mr.Robot, por ejemplo, lo que nos dificulta el recuerdo de qué es lo que nos cautivó en aquellas primeras pinceladas de excelencia.
Como casi cada año, los premios han sido una suma de sorpresas y obviedades, estas últimas marcadas por lo que era una pedazo de serie, American Crime Story: The People v.O.J. Simpson y lo que en mi opinión empieza a resultar un paseo triunfal abusón y hasta aburrido, caso de Juego de Tronos. Igual de aburrido que ha sido el premio, otra vez, a Julia Louie-Dreyfus por Veep (aunque en este caso sus circunstancias personales lo hayan convertido en el más emocionante y sentido de todos) o el de Maggie Smith por Downton Abbey.
En todos estos casos, optar por una candidatura diferente no supone hacer de menos a las que uno pueda pensar son las mejores en su categoría, sino dar por sentado que, efectivamente, siendo grandes en su género y estando nominadas por su gran mérito, años después de ganar la primera vez, la segunda o tercera incluso, hay vida más allá de las grandes interpretaciones y las grandes producciones, una variedad que es buena para la industria en general, que por momentos parece inamovible y predecible.
En fin, berrinches personales aparte, esta es la lista de ganadores de este año:
Mejor comedia: Veep
Mejor actriz de comedia: Julia Louis-Dreyfus por Veep
Mejor actor de comedia: Jeffrey Tambor por Transparent
Mejor actriz de reparto en comedia: Kate McKinnon por Saturday Night Live
Mejor actor de reparto en comedia: Louie Anderson por Baskets
Mejor miniserie: American Crime Story: The People v.O.J. Simpson
Mejor actriz de miniserie: Sarah Paulson por American Crime Story: The People v.O.J. Simpson
Mejor actor de miniserie: Courtney B. Vance por American Crime Story: The People v.O.J. Simpson
Mejor actriz de reparto en miniserie o película: Regina King por American Crime
Mejor actor de reparto en miniserie o película: Sterling K. Brown por American Crime Story: The People v.O.J. Simpson
Mejor drama: Juego de Tronos
Mejor actriz de drama: Tatiana Maslany por Orphan Black
Mejor actor de drama: Rami Malek por Mr. Robot
Mejor actriz de reparto en drama: Maggie Smith por Downton Abbey
Mejor actor de reparto en drama: Ben Mendelsohn por Bloodline
Mejor comedia: Veep
Mejor actriz de comedia: Julia Louis-Dreyfus por Veep
Mejor actor de comedia: Jeffrey Tambor por Transparent
Mejor actriz de reparto en comedia: Kate McKinnon por Saturday Night Live
Mejor actor de reparto en comedia: Louie Anderson por Baskets
Mejor miniserie: American Crime Story: The People v.O.J. Simpson
Mejor actriz de miniserie: Sarah Paulson por American Crime Story: The People v.O.J. Simpson
Mejor actor de miniserie: Courtney B. Vance por American Crime Story: The People v.O.J. Simpson
Mejor actriz de reparto en miniserie o película: Regina King por American Crime
Mejor actor de reparto en miniserie o película: Sterling K. Brown por American Crime Story: The People v.O.J. Simpson
Jimmy Kimmel estuvo muy bien en su papel conductor y la pieza de arranque de la gala, como casi siempre, brilló con sus constantes referencias a las series y momentos más importantes del año. Respecto a la retransmisión de la gala en Movistar Plus, amena y entretenida, de la mano de Alberto Rey e Isabel Vázquez, que demostraron, no solo todo lo que saben de series, sino también todo lo bien que se preparan las cosas antes del directo.
Llevar un programa de estas características no es nada fácil, por mucho que uno sea un estupendo conocedor de los personajes que aparecen en pantalla y su trayectoria profesional. La rapidez con que sucede todo y la dificultad para saber cuánto tiempo van a estar en pantalla cualquiera de las imágenes que se están comentando es un auténtico ejercicio de memoria y rapidez mental, más allá de las horas viendo series que cualquiera de ellos lleve a sus espaldas, y consiguieron sacarlo adelante con simpatía y naturalidad, sin necesidad de una equidistancia de la que a menudo pecan algunas de estas retransmisiones.
Eso, si, no estaría de más que alguien les llevara una cuenta atrás de cuándo se retoma la conexión con la gala, pues en no pocas ocasiones se veían interrumpidos en una anécdota o argumentación que acababan de comenzar. Si no me equivoco, las pausas de cada uno de los cortes comerciales del programa tienen una duración predeterminada y conocida y esa cuenta atrás facilitaría mucho las cosas a los presentadores y proporcionaría un conjunto mucho más limpio. Estoy segura de que ellos también lo agradecerían.
Tras la tempestad provocada por la decisión inicial de no emitir la gala en ninguno de los canales del paquete series de Movistar y la posterior rectificación, todo ha salido bien y solo nos queda esperar a una próxima cita nocturna con premios y premiados. En unos meses serán los Globos de Oro.