No es sorprendente el revuelo que se ha formado alrededor de las faltas de ortografía presentes en el gráfico de la foto, como tampoco lo es que muchos de nosotros, con los ojos ensangrentados, hayamos pensado que se trataba de un fake. Sin embargo, no solo no lo es, sino que no es una excepción en el día a día televisivo de la programación en directo de las cadenas españolas.

Creo recordar que tampoco es la primera vez que yo hablo del asunto, que me parece tremendamente grave, por la imagen de analfabetismo que da pero, igualmente grave, por la desidia que demuestra el hecho de que la imagen permanezca en pantalla durante minutos, que es lo que suele pasar en estas ocasiones.

Alguien puede cometer una falta de ortografía, no debería ocurrir en televisión, donde los profesionales dedicados a escribir en pantalla deberían tener unos estudios mínimos que garantizaran que no cometen este tipo de faltas, pero puede ocurrir que alguien tenga el día tonto o el dedo tonto, a todos nos habrá pasado alguna vez. Lo que no tiene explicación alguna es que las faltas, algunas de un calibre de los que hacen explotar las bolillas de los ojos, pasen por delante de varios pares de retinas sin que nadie detecte el error, permitiendo que aparezcan en pantalla y estén ahí mientras los segundos pasan y pasan, sin que nadie de la voz de alerta.

¿Cuánta gente hay en un control de realización en un programa en directo? ¿Qué están haciendo estas personas que no sea mirar a la pantalla y comprobar que todo está en su sitio? ¿O es que son todos igual de burros y creen que las cosas se escriben así?