Entrevistan este fin de semana a Paolo Vasile en la revista Papel y, como siempre que hace declaraciones públicas, sus palabras son un titular detrás de otro. En este caso, destaco estas cuatro afirmaciones que son toda una declaración, no ya de intenciones, sino de los hechos absolutamente probados y comprobados que han llevado a Mediaset, y especialmente a Telecinco, al lugar de preponderancia que ostentan en audiencias en este momento.
- Si fabricamos algo triste, hacemos llorar. Si hacemos reír, te partes. Y claro, si buscamos el esperpento, conseguimos el esperpento total.
- No escandalizarse es positivo y denota el grado de evolución. Cuanto más ha visto un pueblo, menos se sorprende, que es lo que nos pasa a los romanos. Escandalizarse es de personas poco evolucionadas.
- La telebasura es un concepto snob y altivo del pseudointelectual que piensa que la gente come basura. La telebasura es una ofensa al público. Si dices: «Eres un comemierdas», no ofendes a la mierda, sino a la persona.
- Hacer una TV con muchas películas y series, que es lo que yo llamo la televisión muerta, es menos competitivo. La televisión de flujo es aquella en la que te arriesgas a perderte algo si no la estás viendo.
Se menciona en la entrevista también ese paralelismo que a menudo se hace entre la figura de Vasile y la de Mourinho y cómo ambos ejercen de pararayos de su equipo, encajando las críticas al trabajo colectivo desde lo personal, con ataques ‘ad-hominem’ que ellos mismos a menudo provocan con sus declaraciones, volviendo el foco de estas sobre su persona, como si ellos fueran los últimos y únicos responsables de los resultados de sus empresas, especialmente cuando son criticables o negativos.
Hasta tal punto se convierte Vasile en blanco de todas las críticas que incluso sus propios trabajadores utilizan su nombre para quejarse de cualquier cosa relacionada con la cadena. El ejemplo más claro lo tenemos con la entrevista que el pasado viernes Jorge Javier Vázquez hacía a Mercedes Milá a propósito de su relevo al frente de la próxima edición de Gran Hermano.
En la entrevista, Milá dejaba caer que su renuncia a presentar el reality era una decisión personal derivada del cansancio, pero que no le hubiera importado hacer una edición más si la cadena hubiera mostrado un poco de cariño hacia ella (lo que viene siendo un aumento de sueldo), pero que en lugar de eso, se encontró con una decisión expeditiva y el anuncio de que Jorge Javier tomaría las riendas del programa, sin darle opción alguna a arrepentirse. En su explicación de los hechos, no dudaba en apuntar directamente a Vasile, con quién decía haber quedado a comer hoy mismo a iniciativa de él, pensaba ella, para intentar convencerla de que no abandonara. Su sorpresa llegaba cuando a finales de la pasada semana, y sin aviso previo, se encontraba con el anuncio de su sustitución.
Milá sabe que, si bien en última instancia Vasile es el máximo responsable de las decisiones y que nada se hace sin su visto bueno, hay antes que él varios mandos intermedios, primero en la productora del programa y luego en la propia cadena, que podrían haberle dado ese plus de cariño que demandaba. Sin embargo, ella solo menciona a Vasile en la decisión porque, como él mismo ha decidido, para todo lo que sean golpes y decisiones controvertidas, él siempre estará en la primera línea de fuego.
La entrevista es imprescindible para cualquiera que tenga un mínimo interés por la televisión que se hace en España y, como siempre, solo se echa de menos una cosa, o mejor dicho, se echa de más: el permanente enfrentamiento Mediaset-Atresmedia, que en las circunstancias actuales en las que apenas compiten por un mismo público, podría haberse relajado un poco y que, sin embargo, sigue filtrándose entre sus declaraciones, en ocasiones profundamente directas. Yo nunca he entendido la necesidad de esta competición a cara de perro y, como digo, menos aún ahora que están claras las direcciones que han tomado ambos grupos, apenas coincidentes. Pero ellos sabrán.
Pues este hombre dirá misa, pero para mi, en su cadena solo emiten programas de una bajeza moral inadmisible.
Y te diré mas: si TODAS las televisiones de España llevaran un aparatito para medir la audiencia, seguramente esos programas, de los cuales esta tan orgulloso el Sr. Vasile, no tendrían ni de lejos la audiencia que se supone que tienen ahora.