Las últimas 24 horas han sido frenéticas en el mundillo de los fichajes televisivos. Como si del arranque de la temporada de fútbol se tratara, algunas de las caras y nombres más conocidos de la televisión han anunciado su adiós o un cambio de cadena y ninguno de los movimientos no resultarán indiferentes.
De una parte, quizá el más sonado en cuestión de presentadores, sea la salida de Mercedes Milá del proyecto Gran Hermano. De sus 16 ediciones ya emitidas, Milá solo había faltado a una, si la memoria no me falla, una en la que fue sustituida por Pepe Navarro. Creo que Mercedes Milá es la única persona en este mundo capaz de transmitir la pasión que ella transmite por un formato que, pese a seguir funcionando como un reloj en audiencias, no deja de tener ya un desgaste importante. Ella es la única convencida aún de que esto no es un mero programa de televisión sino un experimento sociológico y si no lo está, disimula tan bien, que solo por eso merecería seguir siendo la presentadora del programa para siempre. Pero no, apenas un par de días después de criticar Supervivientes por considerar que está beneficiando de algún modo a Milá Ximenez, la cadena anunciaba que su puesto sería ocupado por Jorge Javier Vázquez, el peso pesado de la cadena que, pese a hacer muy bien su trabajo, tiene un cierto tonillo de estar de vuelta de todo y trabajar en la tele solo por dinero que a Milá nunca le hemos visto. No digo que haya sido una represalia de Telecinco, pues estas decisiones no se toman en caliente, pero sí que ella se sentía más liberada (todavía) para decir lo que le daba la gana al respecto.
En lo que respecta a despedidas, la más sonada, aunque ya se venía rumiando desde hace meses, y quién dice meses dice años, pues en cada final de temporada había un run-run sobre su marcha, ha sido la de Mariló Montero, que ahora sí deja La mañana de La1, sin rumbo definido, pero con todas las miguitas de pan apuntando a Fuencarral donde su nombre suena con fuerza desde hace años también. Es un movimiento arriesgado, pues no siendo en un formato estable como el del magazine matinal, y ahí Ana Rosa aún no está dispuesta a ceder su sitio, cualquier otra apuesta es eso, una apuesta, sin garantías de salir adelante, con más sueldo, más exposición, pero mucho más riesgo también. Pronto sabremos en qué espacio encuentra hueco Montero.
Lo que no por rumoreado me ha resultado sorprendente ha sido el aún no confirmado cambio de cadena de Cuéntame. Tras lo que parecía ser una cancelación o no renovación definitiva derivada del escándalo económico que ha rodeado a sus dos principales protagonistas en las últimas semanas de emisión, la despedida de esta temporada sonaba a adiós, uno que después de 18 temporadas tampoco hubiera sorprendido a nadie. Sin embargo, con las cosas mucho más tranquilas en lo judicial y con Imanol y Ana arrepentidos y en proceso de estar a bien con Montoro, ha sorprendido la fuerza con la que su traspaso a Antena 3 ha sonado en las últimas horas. Aún sin confirmar, sería una buena cosa para la cadena pública, que no tendría que elegir entre la audiencia y la imagen, pero no tengo muy claro que se un movimiento inteligente por parte de Antena 3. Sí, Cuéntame es el tipo de producto de calidad con que la cadena intenta diferenciarse frente a su público y, sobre todo, frente a los anunciantes, pero como siempre he comentado por aquí, un producto de gran éxito en una determinada cadena no necesariamente funciona igual en otra: hay que conseguir movilizar a la audiencia de TVE a Antena 3, hay que acostumbrarlos a ver la serie con constantes interrupciones publicitarias (Cuéntame las tuvo en sus inicios, pero casi nadie se acordará ya) y sobre todo, conseguir interesar a todos los habituales de la cadena que en casi dos décadas nunca se interesaron por la serie. Difícil tarea para un producto que ya cumplido su función, que pese a seguir siendo de gran calidad, sufre el peso de los años, de las tramas imposibles, de los personajes de ida y vuelta y, peor que todo eso, la dificultad de acercarse cada vez más rápidamente al tiempo actual. De confirmarse finalmente, es una decisión que yo no entiendo.
Por último, esta misma mañana se ha anunciado el fichaje del polémico Javier Cárdenas para conducir un programa en el access prime-time de TVE, una noticia que ha generado aún mayor revuelo que la marcha de Mariló, por considerarse que Cárdenas no es el prototipo de presentador con buen encaje en un canal público. Su paso por Crónicas Marcianas o algunas de sus polémicas en la radio no parecían hacer de él un candidato a fichar por TVE, pero alguien ha debido pensar que esta es la manera de rejuvenecer a la audiencia o quizá de ocupar el espacio vacío que deja Mariló en memes y trending topics.
Como véis, el calor hace estragos este verano… y no ha hecho más que empezar.