Leo con sorpresa que Mariano Rajoy y Pedro Sánchez van a pasar por el programa de Bertín Osborne para ser entrevistados, aunque dada la deriva televisiva de la mayor parte de los líderes políticos de este país, ya no sé ni de qué me sorprendo. Ni siquiera me planteo si quedarán en la casa de uno o en la de otro, pues la de Sánchez ya la vimos en Planeta Calleja y la de Rajoy está ya muy vista. Distinto sería si nos dejaran entrar en su zona personal, la que se supone que habitan realmente los presidentes del gobierno que habitan en Moncloa o, mucho mejor aún, que se bajaran a la normalidad y se sentaran con Bertín y Fabiola en cualquiera de las dos casas del showman que ya hemos podido ver, como la gente normal que son. En cualquier caso, me soprende, pero no me extraña que acaben ahí.
Distinto es conocer que Mónica Naranjo prepara su propio programa de entrevistas en Mediaset. Después de bajar al mundo de los humanos y dejar de ser una diva, después de mostrarse divertida y hasta maternal como jurado de un talent, después de intentarlo y fracasar como presentadora, la otrora diva de la canción chillona, se pasaba a la competencia para seguir ejerciendo de jurado y, por lo que se ve, ahora también de entrevistadora. Bien por ella que no deja de salir de su zona de confort y aprovechar las oportunidades que se le presentan.
Y en medio de toda esta deriva en la que los periodistas no interesan y son otros personajes populares los que terminan haciendo las buenas entrevistas y hasta las buenas audiencias, uno de los más reputados reporteros de este país, Jon Sistiaga, se revuelve y despotrica contra la televisión pública por encargar un programa de entrevistas a Bertín, al que no aprecia como conductor del programa y a cuyos invitados directamente desprecia.
Creo que Sistiaga saca los pies un poco del tiesto cuando critica a los invitados del programa, pues se queda en lo superficial, olvidando que entre los entrevistados hay reputados profesionales de los medios de comunicación, la interpretación, el deporte o la música, por poner solo unos pocos ejemplos. ¿Que son algo viejunos? Algunos sí, pero ¿acaso no debemos respetar a nuestros mayores y conocerles mejor? Criticar a la gente por su edad es algo muy feo, sobre todo cuando es su edad la que les da una experiencia a valorar.
Entiendo que para un reportero como Sistiaga, que se ha jugado la vida en tantas ocasiones, que ha visto a un compañero morir por su profesión, las entrevistas de Bertín parezcan una chorrada. Pero es que no hablamos del mismo formato, no hablamos del mismo tipo de televisión.
La audiencia ha demostrado que le gustan este tipo de programas que, recordemos, no hacen daño a nadie ni son reprobables en ninguna de sus facetas, como puedan ser algunos otros, A la gente le gustan, tanto estas como las de Risto Mejide, avanzadilla de esta resurrección de los programas de entrevistas, como es posible que terminen por gustarle las de Mónica Naranjo, si resulta que no las hace mal del todo.
Porque con esta nueva manera de acercar a los personajes famosos, de actualidad, de relevancia en sus profesiones, hemos descubierto que no hace falta ser sesudo todo el tiempo para conocer algo más de ellos, de esas personas que entran en nuestras casas con más frecuencia que algunos de nuestros familiares, aunque solo sea en dos dimensiones.
Hemos descubierto, sobre todo, que algo pasa en el mundo del periodismo cuando son otros los que logran conectar con sus clientes mejor que aquellos que presuponemos preparados para ello. En lugar de tanto revolverse, los periodistas deberían hacer autocrítica y buscar en qué están fallando (ellos y sus jefes, principalmente) para que otros como Bertín les coman la tostada.
Convendría recordar que la moda de recurrir a famosos para llevar a cabo entrevistas televisivas no es nueva: tanto Monica Randall (Trazos TVE) como Carmen Maura(Esta noche TVE) inauguraron una nueva forma de acercarse al entrevistado que huía de la solemnidad imperante años atrás. La diferencia es que dichas damas compartían confidencias con otras vacas sagradas del periodismo como Soler Serrano o Balbín, Hermida, Iñigo, etc…Y es que no hay nada nuevo bajo el sol; bueno, sí: la falta de formación y documentación que exhiben nuestros nuevos entrevistadores.
En fín, Pilar….