Una de las recientes polémicas en torno a internet y el consumo de contenidos tiene que ver con los programas de bloqueo de publicidad programas que, según algunos, son un ataque directo al sustento de algunas páginas webs que, de otro modo, no podrían existir ni pagar a sus colaboradores.
Personalmente, no soy usuaria de ese tipo de programas, principalmente por un motivo: no quiero aislarme de la realidad, no quiero dejar de ver la publicidad ni las maneras en que esta se integra en los medios online y quiero apoyar a sus creadores cediéndoles mi tiempo y mi atención en la medida de lo razonable, lo que no supone que me trague todo lo que pretenden colarme algunas webs, de las que directamente he dejado de ser usuaria y a las que procuro no enlazar jamás, por evitar a mis lectores un sufrimiento innecesario. También quiero ver la mala publicidad, la intrusiva, la insufrible, para poder quejarme, para poder opinar, para poder aportar mi granito de arena por una publicidad mejor.
Y es que algunos, en un malentendido concepto del sustento via interrupción, están convirtiendo la navegación en una auténtica pesadilla, en un imposible, en una tomadura de pelo incluso. ¿De qué otro modo si no puede interpretarse que a un vídeo de menos de dos minutos de duración se le inserte un anuncio en preroll de 1:57? Y lo que es peor, que ese vídeo, que puedes dejar corriendo en otra pestaña mientras haces otras cosas, se repita en el siguiente intento de ver otro contenido. Sí YouTube, eso es lo que intentas hacer conmigo desde hace un par de días y no tiene sentido.
Tampoco lo tiene que para ver un contenido editorial tenga que pasar por un intersticial y una encuesta, por no hablar del clásico: la persecución del click para cerrarlo y la dificultad para hacerlo, complicación que en la mayor parte de las veces lleva a un click indeseado sobre el propio anuncio y una visita más a una página de marca que en ese momento detestas. La sensación es muy parecida a la que hemos tenido como espectadores de televisión en algunas ocasiones. La más reciente y sangrante que recuerdo tuvo lugar el día que ganamos la Eurocopa y nada más sonar el pitido final de partido, cuando se vivía ese momento tan emocionante de celebración de los jugadores, en Cuatro se iban a publicidad y nos privaban de esos irrepetibles momentos. Ya hice un post en su día al respecto, destacando el odio que en esos momentos cualquiera de los espectadores futboleros profesábamos a esas marcas que se anunciaban en esos minutos, con una diferencia: en televisión en directo no nos queda otra opción que tragarnos los anuncios hasta que nos devuelven al estadio pero ¿en internet? ¡Con lo sencillo que es salir de allí y buscar la información en otra parte o simplemente optar por no seguir!
Hay decenas de maneras de incluir publicidad en la navegación web sin molestar demasiado al lector, maneras que incluso pueden permanecer en pantalla todo el tiempo que el usuario está en la página, sin interrumpir, sin interceptar, sin exigir acciones a cambio de un contenido. Es más, con los precios por click que se pagan hoy en día a algunos medios a cambio de molestar a sus lectores, casi es mejor que nos pidan esos céntimos a nosotros, que gustosos los pagaríamos a cambio de librarnos de la tortura.
Por culpa de estos excesos nacen aplicaciones como AdBlock y otras de sus características. Por culpa de quienes cometen estos excesos, quienes respetan a sus lectores y ofrecen una publicidad cabal, racional y proporcionada, se quedan sin contabilizar unas visitas que pueden marcar la diferencia entre seguir existiendo o desaparecer. Una lástima.
Lo siento, no comparto tu modo de ver la publicidad en internet.
Al principio la publicidad era un pequeño recuadro en una pagina o se abría otra ventana con dicha publicidad, pero es que ahora la publicidad ocupa la mayor parte de la pagina que estas visitando o se abren 6 o 7 ventanas a la vez.
La publicidad en internet es mucho mas agresiva que la emitida en televisión.
Esas personas que tanto se quejan de que al utilizar los bloqueadores les estamos perjudicando, mas les valdría preocuparse mas por respetar a sus visitantes (de las paginas webs) y dosificar la publicidad para que nos sintamos a gusto y queramos volver porque al fin y al cabo, ellos tienen publicidad gracias a que entramos en sus páginas.
Leyendo tu comentario no te acabo de entender. Dices que no quieres utilizar bloqueos de publicidad porque quieres verla, pero por otro lado despotricas de sus formas de presentártela.
Si no utilizas estos programas es porque estas conforme en la manera en que te la presentan.