¿Soy yo o la entrega de los EMMY de este año se esperaba con menos expectación que en ocasiones anteriores? ¿Es posible que entre los nominados de este año hubiera menos estridencias que en otras ocasiones y que la única intriga fuera saber si por fin Jon Hamn se llevaría el premio que merece? Sea como sea, si algo está claro es que, dentro de un orden, pues es difícil estar de acuerdo con todas las decisiones, este año parece que ha contentado a muchos. Estos han sido los principales premiados:
Actriz secundaria en comedia: Allison Janney por Mom. Me encanta esta mujer, así que no puedo estar más contenta de que este año la hayan reconocido por todo lo que ha hecho.
Guión comedia: Veep. Lo que me divierte esta serie, claro ejemplo de ese tipo de productos que no soy capaz de imaginar haciéndose en España, por mucho que en estos últimos tiempos las cosas hayan cambiado tanto. Nos falta autocrítica, sentido del humor y, por encima de todo, capacidad para leer entre líneas.
Actor secundario en drama: Tony Hale por Veep. Otra palmada en la espalda de ese divertidísima serie.
Dirección comedia: Jill Soloway por Transparent. Es una serie maravillosa a la que solo puedo poner una pega: ¿Comedia?
Mejor actor protagonista en comedia: Jeffrey Tambor, of course. Una vez más ¿comedia?
Mejor actriz en comedia: Julia Louis-Dreyfus por Veep.
La sorpresa de la noche vino de la mano de Regina King y su victoria por American Crime como actriz secundaria en miniserie. Un premio muy merecido pero realmente sorprendente por la calidad y trayectoria de algunas de las nominadas, que hacían presagiar otro resultado.
Olive Kitteridge se llevaba la mayoría de los premios a mejor miniserie o película (hasta un total de seis) y, si por algo destacaba en esta ceremonia, era por la poco convencional manera en que sus premiados, especialmente Frances McDormand, agradecían el premio. De esas veces que la ausencia de emoción casi resulta más intensa que unas lágrimas o un tartamudeo.
Guión drama: Juego de tronos. Primera vez que ganan este premio en lo que parece ser un «me rindo a la evidencia» de la industria con respecto al fenómeno Juego de tronos.
Actriz secundaria en drama: Uzo Aduba por Orange is the new black. El año pasado ya ganó este premio por el mismo papel, con la curiosidad de que en aquella ocasión, la serie competía en la categoría de comedia.
Dirección drama: David Nutter por Juego de tronos.
Actor secundario en drama: Peter Dinklage, again, por Juego de tronos.
Actor en drama: Jon Hamm por Mad Men ¡Por fin! Con todo el público en pie, casi se puede decir que ha merecido la pena la espera.
Actriz en drama: Viola Davis por Cómo defender a un asesino. La serie es un poco castaña, todo hay que decirlo, pero tiene ese toque Shonda que la hace irresistible y no podemos negar que la Davis está shondérrima y merecería el premio solo por esa escena en la que, frente al espejo, se quita todo lo accesorio que la adorna. Gran discurso a favor de la igualdad de oportunidades para la mujer negra
Mejor comedia: Veep. Se veía venir y, aunque Transparent venía muy potente, creo que estaba claramente desubicada. Si se trata de hacer reir, de ser surrealista y loco, Transparent no tenía opciones.
Mejor drama: Juego de tronos. Si algo está claro es que como superproducción no tiene rival, aunque yo he de reconocer que no es el tipo de serie que más me gusta y que me parece mucho más difícil hacer una buena serie con otros mimbres y presupuestos.
El hazmerreir de la noche fue claramente la segunda temporada de True Detective, que parece haber gustado tanto en EE.UU. como en España, es decir, nada, y fue objetivo constate de chistes.
¿El conjunto de la gala y los premios? Creo que podemos decir que correcto, sin grandes sorpresas en los premiados y con un nuevo presentador que hizo su labor sin sobresaltos.