Y tú ¿castigarías a tu hijo a ver la tele durante una hora? Suena ciertamente extraño, pero parece que es una de las tendencias de los nuevos padres, según se desprende de un estudio conducido a 800 familias con hijos, por supuesto en EE.UU. y que afirman mandar a sus hijos a ver la tele como castigo ante ciertas actitudes.
La conclusión tiene truco, pues no se trata de mandar a los niños a ver la tele después de suspender matemáticas o romper el jarrón de la abuela, sino de intentar apartarles un rato de sus tabletas y su conexión a internet con acceso a entretenimiento ilimitado y solitario, a base de enfocar su mente en algo más tranquilo y relajado como es la televisión lineal, con una buena lista de opciones de entretenimiento, pero estructurado y unidireccional. Así, parece que nos viene una generación de niños que entienden la televisión no como un premio, algo que desear y para lo que harán los deberes más rápido o recogerán su habitación cada día, sino como todo lo contrario, algo a evitar, un mal rato en el que el entretenimiento viene dado, casi impuesto.
Las cifras del estudio apuntan a que un 58% de los niños estudiados tienen tablet propia. Incluso si hay más hermanos en el hogar, cada uno tiene la suya y son capaces de estar sentados uno junto al otro, cada uno disfrutando de un contenido diferente, sin que el audio del otro les moleste, perfectamente capaces de centrar toda su atención en el contenido que ellos han elegido. Algunos comparten este tiempo también con el televisor encendido, sin que esto les moleste, convirtiéndolo de facto en su segunda pantalla, al revés de lo que ocurre con las generaciones más adultas.
Hasta un 57% de los niños entrevistados afirman preferir el tablet a la televisión tradicional, pero eso no es todo, un 41% prefieren el tablet a un postre, especialmente por la sensación de entretenimiento ilimitado que les proporciona uno frente a un galleta o un helado, que comes y desaparece para siempre. Está claro que su juguete favorito es hoy por hoy esa pequeña pantalla portatil, a años luz de la televisión tradicional por muchos motivos, pero principalmente por estos:
Claramente, estos motivos son esenciales en la popularización de las tabletas como modo de entretenimiento en todas las franjas de edad, pero parece que los más pequeños las valoran aún más. Los datos fríos resultan razonables pero, una vez puesto en boca de los propios entrevistados, una vez cara a cara con esas pequeñas cabecitas llenas de actitudes sin madurar uno se puede plantear si esta nueva forma de entretenimiento no es una manera de reforzar algunas de las características propias del desarrollo de la personalidad de los niños que, a priori, pueden parecer muy cómodas pero que podrían resultar complicadas a la hora de educar a un niño. Por ejemplo:
[…] ha cambiado. Algunas historias parecen exageradas, otras (aparentemente) deseables. Leer sobre que se obligue a alguien a ver la tele me suena a ese futuro no muy lejano en el que la adición a las diferentes pantallas supone un […]