Anoche por fin se estrenaba Refugiados, una serie que marca un hito en la producción española al ser la primera vez que una productora nacional trabaja para la BBC, en una coproducción de la cadena británica y el grupo Atresmedia. Además, se trata de un género poco presente en nuestra ficción, como el de la ciencia ficción, aunque por el momento esta esté únicamente presente en forma de extraterrestres (si es que podemos llamar así a humanos procedentes del futuro que no sabemos muy bien desde donde han venido) con aspecto perfectamente humano y nada menos que 3.000 millones de ellos.
La producción de Refugiados es completamente española, como podemos ver en los créditos que acompañan a una muy buena cabecera y donde leemos nombres de sobra conocidos como los de Teresa Fernández-Valdés, Ramón Campos, Gema Neira o Jorge de Soto, aunque el desarrollo posterior tenga poco de español. La serie está grabada en inglés y, aunque tenga presencia española entre sus protagonistas, la más relevante la de Natalia Tena, están todos doblados, lo que hace algo complicado establecer esa relación con la historia que sí se genera en otro tipo de productos más nuestros. Tan acostumbrados estamos al doblaje de series y películas, que la cadencia de la dicción o las voces rápidamente nos sitúan en una obra foránea y de algún modo choca ver los coches, las señales de tráfico, la emisión de televisión o la publicidad en un mechero tan reconocibles cuando los actores nos resultan ajenos. No es un defecto de la producción, pero sí una característica que puede haber afectado a la percepción que muchos de los espectadores tuvieran frente a la pantalla.
Refugiados es, prácticamente en todo, una serie británica, aunque lleve sello español, aunque esté hecha aquí y creo que muy pocos de nosotros teníamos dudas de que las productoras nacionales saben hacer su trabajo, saben hacer series, por supuesto que si. La diferencia de las series españolas no es tanto la producción, como la idiosincrasia propia de algunas de las tramas y relatos que nos muestran, en el afán por conseguir un producto para un público amplio. A mí me hubiera gustado ver esta misma historia con actores españoles y sin doblar porque, así como la vimos, es un Citroen salido de la factoría de Vigo, bien armado y con mano de obra 100% española pero un coche francés al fin y al cabo.
Y ojo que esto no es una crítica, pues no hay nada negativo en que esté hecha así, al contrario, abre importantes caminos a la distribución internacional y abre un camino fantástico a las productoras españolas y a las posibilidades de coproducir con Europa productos especiales y de mucha calidad, pero sí es un dato a tener en cuenta a la hora de entender muchas de las críticas que se podían leer ayer durante la emisión de la serie: la mayoría de los espectadores quieren series españolas, con actores que reconocen y situaciones que les resultan cercanas y ayer lo que veían era una serie británica, con su ritmo, sus actores doblados, sus «cosas». Y, como bien sabemos, las series británicas no triunfan en prime-time en España. Últimamente no lo hacen ni las americanas y veremos lo que ocurre cuando se estrene True Detective, con su ritmo o ausencia de.
Ni Les Revenants, The Leftovers, Rectify o incluso The Affair habrían funcionado en un gran público en prime-time, series con las que Refugiados tiene mucho en común, especialmente el ritmo y la frecuente sensación de ahogo o de tiempo parado. Series que se detienen a mostrar el momento, como una araña en el techo, un plano de fotos de familia mientras un bichito trepa por la pared, una escena de la protagonista en la que no puedes evitar distraerte con una mosca que revolotea sobre un cojín, pequeñas delicias de una forma de hacer televisión a la que simplemente no estamos acostumbrados en horario de máxima audiencia en un canal en abierto. Y quizá aquí Atresmedia se haya equivocado, estrenando también en Antena 3, en lugar de limitarse a hacerlo únicamente en La Sexta, donde las particularidades de la serie tenían mejor encaje y no hubieran llamado tanto la atención en un público mainstream. Los resultados de audiencia apuntan también a algo así, con dos millones de espectadores en La Sexta, un gran resultado, y otros tantos en Antena 3, donde se quedan algo cortitos. Intentar competir en cualquier caso contra Supervivientes con un producto así no era realista, pues nadie que disfrute con las aventuritas en bikini de Chabelita y Lomana va a cambiarlas por una serie introvertida como Refugiados.
Por eso ni Ramón, que se mostraba ayer bastante disgustado, ni nadie en Bambú, deberían sentirse dolidos por algunas de las cosas que se leyeron en twitter durante la noche, críticas que eran fruto únicamente de una forma de consumir series que está cambiando mucho en los últimos años pero que aún peca de atavismos propios, fruto de décadas de mirar solo hacia dentro, de educarnos en un estilo, un ritmo propio, un gag constante. Ahora aprendemos que se puede hacer una historia policíaca como Bajo Sospecha y triunfar con ella (y sus caras conocidas), que se puede hacer un drama carcelario como Vis a Vis y triunfar con él (y sus caras conocidas) o adentrarse con El ministerio del tiempo en la ciencia-ficción, la historia de España y su cultura y conseguir segunda temporada (con sus caras conocidas y hasta petición de tono más popular).
También en el terreno de los nuevos riesgos a asumir, Refugiados partía con otra novedad, la duración de sus episodios, de tan solo 50 minutos frente a los 70 habituales. Un riesgo relativo, pues se emitieron dos episodios seguidos (sin un solo segundo de publicidad). También ha sido muy criticado pero, personalmente no tengo demasiado inconveniente en que así sea, pues ya estoy acostumbrada a invertir toda la noche con un mismo producto y la emisión de un solo episodio me dejaría de algún modo colgada parte de la noche televisiva. En los tiempos del ‘binge-watching’ además, sentarse a ver dos o más episodios de una misma serie es perfectamente natural y no debería ser un problema. Incluso en EE.UU. es habitual ver arranques de series o finales de temporadas en los que se emiten dos episodios consecutivos, por lo que no es un práctica propia de nuestra televisión, salvo cuando insisten en hacerlo así todas las semanas, claro.
Entrando en lo estrictamente narrativo, la historia tiene dos vertientes a explorar. Por el momento, se han centrado en la pareja protagonista, sus miedos, sus secretos, sus reacciones ante lo desconocido. Mucho más rico parece el cuadro general, el que narra una historia de superpoblación, desabastecimiento y otros problemas derivados de la complicada situación de recibir 3.000 millones de habitantes en un mundo ya de por sí complicado, cuestiones que se atisban pero en las que no se invierte suficiente tiempo, al estar todo muy centrado en la historia de la familia protagonista y cómo estos van a intentar cambiar un pasado que se le está contando desde el futuro más inmediato. El momento en que ambas líneas confluyan puede darle otro tono a la historia, hacerla más abierta y dotarla de una capa crítica que vaya mucho más allá de una mera historia de ficción. Yo compro.
Me pareció un tostón, era lenta y aburrida.
Y además el argumento no se sujeta por ninguna parte.
Como no quiero hacer spoilers, no voy a comentar los grandes errores que tienen de guion e hilo argumental. Han desaprovechado mucho la trama de los recién llegados para centrarse demasiado (para mi gusto) en una familia.
Sobre la emisión de la serie en múltiples canales, solo diré que estoy harta, es como si nos dijeran: «Vais a ver esto por nuestros huevos» o al menos yo así lo percibo. Ya se que hay otros canales donde recurrir si la serie no gusta, pero no me dirás que 4 canales te pongan lo mismo, no es para cabrearse y hace que te preguntes ¿para eso tanta TDT, para eso se pelean para obtener mas canales que el rival? ¿para que nos pongan lo mismo en todos los canales y no nos dejen mas opción que ver esa serie?
Creo que el gobierno va a sacar a concurso 4 o 6 canales de TV, por mi ya se lo pueden ahorrar porque para ver refritos de la misma serie día tras día o para que te programen la misma serie en todos los canales, NO GRACIAS.