Eso es lo que nos propone Atresmedia con sus nuevos proyectos anunciados hoy: Casados a primera vista y Vis a Vis, un reality y una nueva ficción con los que el grupo da un paso adelante en su intención de no acomodarse en los géneros que le funcionan.
Casados a primera vista es un formato en el que completos desconocidos se enfrentan a un matrimonio inesperado, uno cuya idoneidad ha sido decidida por un grupo de expertos basándose en completos análisis de compatibilidad. El programa les seguirá en su primer mes de convivencia, tras lo cual deberán decidir si permanecen juntos o renuncian a su nuevo estado.
Una apuesta diferente y que puede despertar gran curiosidad. Un nuevo intento por captar al público de reality, un género que tradicionalmente se les ha resistido tanto a ellos como buenos resultados ha dado a la competencia. Muy posiblemente por la manera en que se trata el género en una y otra cadena, el hecho de no sembrar toda la parrilla con referencias al programa haya hecho que estos no terminen de funcionar en una audiencia que ha crecido con un seguimiento intensivo de todo lo que ocurre cuando personajes reales se convierten en protagonistas de un programa, con vivencias sumamente intensas y polémicas, que fomentan el hype alrededor de lo que allí ocurre. La renuncia a trufar la parrilla con resúmenes, corrillos y debates alrededor del programa principal parece clave a la hora de analizar el éxito del formato en Telecinco, algo que nunca se ha planteado en Antena 3.
Tampoco parece que este vaya a ser el caso, entre otras cosas porque Casados a primera vista es un reality cerrado, uno que no depende de la opinión del público para decidir quién sigue o quién se queda. Un nuevo intento por abordar un formato que se les resiste y que demuestra ganas e interés por acercarse a otro público, o simple cabezonería.
El otro proyecto que se anuncia es una serie de ficción al estilo Orange is the New Black, aunque tras el teaser que pudimos ver hace unos días en Espejo Público a propósito de las vivencias de Isabel Pantoja en prisión, no puedo evitar pensar mucho más en esta referencia que en la serie de Netflix.
Producida por Globomedia, la serie se anuncia como la historia traumática de una joven recién ingresada en prisión, aunque no se ha comunicado si se tratará de un drama estricto o si tendrá ciertos toques de comedia, tan habituales en las series de esta productora y presentes también en la serie de Kohan. Orange is the New Black aspira a premios en esta categoría, para sorpresa de muchos de los seguidores de la historia, que no terminamos de verle la gracia pese a sus momentos para la sonrisa. Nos encontramos, sin duda alguna, ante un momento verdaderamente interesante para abordar historias carcelarias, a la vista de la cantidad de minutos de programación que ocupan las auténticas aventuras de políticos y otros personajes populares de la sociedad española, inquilinos habituales de las cárceles en los últimos tiempos.
El anuncio de la puesta en marcha de estas dos producciones se une a la compra de un formato que parecía ya abandonado como es el de Pekín Express, otro ejemplo de reality, en este caso de superación y puesta a prueba de la fortaleza física y mental de sus participantes, que pasa así de Mediaset a Atresmedia y para el que ya suena el nombre de Cristina Pedroche como conductora.
Novedades intensas e interesantes en el grupo cuyos avances y resultados iremos viendo en los próximos meses que «amenazan» con venir muy cargaditos.
Lo que nos faltaba, que ahora la gente se case sin conocerse, puestos ya ¿por que no juntamos a dos personas desconocidas,que tengan un hijo y que luego pleiteen en los juzgados por su custodia y el publico pueda votar quien es el mas idóneo para criarlo?