Si por algo se ha caracterizado esta entrega de Globos de Oro ha sido por convertirse en la más británica de todas las ceremonias de entrega de premios que yo recuerdo. Premiados, invitados y productos nominados han dejado patente la admiración que en la industria y en EE.UU. (si es que estas dos palabras no son sinónimos en este contexto) sienten por sus hermanos europeos, pese a que a menudo renieguen de ellos por pijos y estirados.
Con una buena pizca de sorpresas, estos son los premiados:
Mejor comedia: Transparent. Igual que ocurriría después con la ganadora de mejor drama, la presencia de una serie de un canal de televisión no tradicional, Amazon en este caso, dota de gran importancia a esta victoria, haciendo valer la calidad por encima de las audiencias. Una de las series que tengo pendientes pese a lo mucho que me la habéis recomendado. Habrá que ponerse.
Mejor actor comedia: Jeffrey Tambor por Transparent. Lo dicho, voy a tener que verla.
Mejor actriz de comedia: Gina Rodriguez por Jane the Virgin. Completamente inesperado, y no solo para mí, no hay más que ver dónde estaba sentada la pobre Gina Rodriguez, que incluso tuvo que entrar al escenario por detrás. Pese a que quizá me parezca un reconocimiento excesivo, la serie es tan genuina y sencillamente divertida, que no puedo más que alegrarme.
Mejor actor drama: Kevin Spacey por House of Cards en un nuevo reconocimiento a la importancia de Netflix y su imparable carrera hacia el cambio de era. Por otra parte, el de Spacey ha sido quizá el mensaje de agradecimiento más emocionante de toda la noche y eso que hubo un buen puñado de reivindicaciones y mensajes más allá del mero agradecimiento.
Mejor actriz drama: Ruth Wilson por The Affair. Al contrario que Spacey, no ha sido el mejor discurso de la noche. Tampoco la suya era la mejor interpretación.
Mejor drama: The Affair. Es una buena serie, sí, y sin duda es una de las más alabadas de la temporada pero, estando The Good Wife en emisión y con la excelente salud que tiene después de seis temporadas, me parece absolutamente injusto que no se lleve todos los premios del mundo.
Mejor miniserie: Fargo. En mi lucha contra las series de televisión basadas en películas, al menos contra la aparente necesidad de que todas las nuevas series estén basadas en una historia ya contada y unos personajes ya conocidos, he de reconocer que estamos asistiendo a algunos ejemplos que merecen la pena. No lo creo solo yo, pues Fargo lleva siendo reconocida por la crítica desde que llegó a la antes conocida como pequeña pantalla y remata con este premio. No le salió bien la jugada a True Detective, que parecía tener más posibilidades en esta categoría que en la de drama y parece haber sido ya olvidada.
Mejor actor de miniserie: Billy Bob Thorton por Fargo. Confirmando lo anterior.
Mejor actriz de miniserie: Maggie Gyllenhall por The Honorable Woman, con un mensaje a favor de los buenos papeles para las mujeres en televisión que, junto con otras reivindicaciones retratadas en los personajes que han cosechado los premios, fue habitual a lo largo de la noche.
Mejor actor secundario: Matt Bomer por The Normal Heart. Cuando ya parecía que esta serie era del año pasado, aún cosecha algún premio más.
Mejor actriz secundaria: Joanne Froggatt por Downton Abbey. En uno de los primeros premios de la noche, este reconocimiento al personaje de Anna me produjo mucha alegría, creo que los personajes más lucidos de esta serie han pasado, sin duda, a ser los del piso de abajo, muy por encima de los en ocasiones más lucidos de los señores de la planta alta.
Amy Poehler y Tina Fey estuvieron correctas, aunque no creo que esta gala vaya a pasar a la historia por su trabajo. Como ellas mismas bromearon, será posiblemente la última que presenten, al menos en un tiempo, aunque solo sea por la necesidad de introducir cambios y algo de frescura en las distintas ceremonias. Por regla general, cuando se cuenta con unos buenos maestros de ceremonias, su éxito no depende tanto de ellos mismos, como del guión y puesta en escena que, en este caso, no fue especialmente brillante.
Por último, no puedo pasar por alto el tirón de orejas que merecen los responsables de la iluminación de la gala, que han resaltado todas y cada una de las arrugas de los actores que han subido al escenario, todas y cada una de las gotas de sudor que hacían de sus frentes un espejo en el que mirarse desde el salón de casa. Muy mal señores. Esta gente trabaja con su imagen, no me la estropeen así.
A mí sí que me parece merecidísimo el galardón de ‘The affair’. Es redonda. Hacía tiempo que no me enganchaba así a una serie.