Ayer experimenté otro concepto de cenar viendo a Matías Prats. En lugar de hacerlo en mi casa mientras él nos informa de las noticias del día, lo hice en pleno centro de Madrid, invitada al nuevo Atresmedia Café, un invento creado por el grupo de comunicación para apoyar a la marca y hacerla más cercana al público general.
Atresmedia Café es un local situado en el 55 de la Gran Vía, justo al lado del teatro Lope de Vega en el que triunfa desde hace meses El Rey León. Está dividido en varios ambientes: restaurante, local de copas y tienda de merchandising. Los precios de la carta son bastante razonables, la bodega depende de Lavinia y sus instruidos sommeliers y el espacio está forrado con grandes fotografías de los programas y estrellas más representativos del grupo, desde el mencionado Matías Prats hasta Karlos Arguiñano, pasando por Alberto Chicote, los protagonistas de Modern Family o Velvet. En la entrada una pequeña tienda con merchandising de los programas y en un rincón un chroma sobre el que hacerse fotografías en los platós más conocidos del canal.
La creación de espacios de marca de distintas empresas, no solo audiovisuales o de entretenimiento, es algo que podemos ver con frecuencia en los últimos tiempos. En una época en la que las empresas hacen hincapié en el contacto directo con sus clientes, reales o potenciales, bien sea con presentaciones de sus productos o simples eventos para fomentar el conocimiento, es habitual encontrar iniciativas en este sentido. En el caso de un canal de televisión (que además tiene tres emisoras de radio y produce películas) tiene aún más sentido y sorprende que no se hubiera puesto en marcha anteriormente, máxime si tenemos en cuenta que los dos principales grupos mediáticos están en las afueras de Madrid y la logística para cualquier convocatoria es complicada. Si algo ha hecho este local nada más empezar es acercarse al público general, literalmente.
Y para que sea completo, solo falta que se alimente el fenómeno fan como saben hacer los que más saben de esto, los americanos, forrando de merchandising la tienda, manteniéndola abierta mientras esté abierto el local y poniendo a disposición de los viandantes ocasionales o los seguidores incondicionales cualquier elemento con la imagen de los protagonistas de programas y series de interés, desde las más simples camisetas y tazas, hasta cualquier otro invento que por la temática de la serie pueda surgir. Quien haya estado en la tienda HBO o NBC sabe que se puede vender cualquier cosa, que las posibilidades son infinitas y que hay mucho por explotar en ese sector, prácticamente inexplorado si no es en la franja de programación infantil.
El local se inaugura oficialmente la próxima semana, aunque ya está abierto al público general. Una novedad a tener en cuenta y que, de funcionar, seguro que sirve de ejemplo para otros canales y medios de comunicación que se pueden beneficiar del trato directo con sus clientes en un espacio más para el ocio, aunque signifique apartarles de su negocio principal, la pantalla, por un par de horas.