Ayer se confirmaba la noticia: Los misterios de Laura tendrá versión americana en la NBC, protagonizada por Debra Messing, una acertadísima elección para un producto que estoy segura tendrá un gran éxito frente a una audiencia como la americana, que lo mismo ve Hannibal y sus desagradables pero exquisitos crímenes, que pide a voces un drama ligero con una pizca de humor y mucho misterio (ahí están los recientes éxitos de Monk o Psych).
La serie es un clásico producto familiar, apto para todos los públicos, pero sin lo que esa descripción suele conllevar en nuestro país: la presencia de personajes de todos los rangos de edad para atraer al mayor número de espectadores posibles. Sí, en Los misterios de Laura hay niños, sí, también hay una abuela, pero ni los pequeños tienen mayor protagonismo que el de volver algo loca a su madre con sus travesuras, complicando su tarea de conciliación, ni la abuela es una viejecita al uso. Y esto es mérito de mucha gente, pero también de sus creadores, Javier Holgado y Carlos Vila, las caras menos conocidas (aunque hagan sus cameos ocasionales) de un proyecto que es mucho más que lo que vemos en pantalla y que merecían ser los protagonistas de la foto que ilustra esta entrada.
La noticia, es un espaldarazo a la ficción española, uno más después de un año de grandes éxitos, con numerosas ventas internacionales de series como El tiempo entre costuras (que podría tener segunda temporada), Gran Hotel o el también confirmado remake de Pulseras Rojas, del que se hablaba desde hace años pero solo ahora ha recibido la luz verde definitiva. A propósito de esta última, llama la atención la imagen promocional que se está distribuyendo, donde parece que se trate de una comedia sobre chavales en un hospital que están allí como quién va a un campamento, más que el drama terrible que es. Veremos cómo lo presentan en el piloto.
Volviendo sobre Los misterios de Laura, lo más llamativo de su fulgurante viaje a EE.UU. ha sido la ausencia de noticias por parte de TVE respecto a su renovación. Si bien es ya habitual en la cadena pública esta sensación de incertidumbre en torno a los proyectos de ficción, que se dejan en cajones durante meses, que no se sabe si renovarán o serán definitivamente cancelados y que incluso llegan a darse por abandonados para resurgir cuando la producción está completamente desmantelada, no deja de ser sorprendente que no se hayan pronunciado al respecto de la renovación o no de la serie por una cuarta temporada.
Es cierto que TVE no está pasando por su mejor momento presupuestario y que la serie nunca ha tenido unos datos de audiencia espectaculares (habría que ver qué parte de culpa de esto corresponde a la propia TVE y el tratamiento que le ha dado, desde los tiempos entre temporadas hasta la ubicación en parrilla), pero no creo que Los misterios de Laura sea uno de los productos más caros y su rentabilidad parece suficientemente probada. Que además exista ahora una versión americana de la serie es un elemento promocional de lujo para impulsar su hipotética nueva temporada que no debería desaprovecharse. ¿Qué hará TVE con ella? Ese si es un misterio que ni Laura va a poder resolver.
Imagen: RTVE