Por fin, después de mil desvelos, de doscientos anuncios de estreno próximamente y de tantas presentaciones oficiales como eventos ha habido en casi tres años, Dreamland tiene fecha de estreno.

La serie destinada a reconquistar al público juvenil y a relanzar el prime time de Cuatro, en proceso de reconstrucción, se estrena el próximo viernes. Sí, como lo lees, un viernes en horario de máxima audiencia, ahí donde los jóvenes nunca estarán porque, como todos hemos hecho a su edad, es día y hora de socializar con los amigos, ir al cine, a tomar algo o, simplemente, reunirse a cotorrear sobre ligues, exámenes, lo plastas que son los padres y demás cuestiones esenciales en la vida de un joven. Pasar la noche del viernes en casa cuando tienes 20 años solo puede significar dos cosas: o eres un looser, o estás con los colegas de fiesta aprovechando que tus padres se han ido y, en ese caso, ver la televisión probablemente sea lo último que te plantees.

Verdaderamente, no entiendo la elección del día de emisión. Claramente, nunca llegaré a directivo de la tele.