Tarde/noche de EMMYs en EE.UU. y madrugada en vela para los teléfilos españoles que, animados por la conversación y buena compañía en Twitter, optamos por quedarnos a ver el directo la galas más importantes de la televisión norteamericana, y me atrevería a decir que mundial, con permiso de los Globos de Oro.
Para aguantar la espera, nada mejor que enganchar el streaming de algún medio online, más o menos oficial, que permita disfrutar de la alfombra roja, un entretenimiento cotilla ideal para estos momentos y en el que no pocas veces se lo puede pasar uno mucho mejor que viendo la propia gala, a menudo larga y repetitiva. Así, el deporte favorito del seguidor de los EMMY a esas horas es ponerlas verdes a ellas por sus modelitos cortina de la abuela, a ellos por sus smokings con brillo y, por supuesto, morir de amor y envidia cochina con los modelazos, melenazas y pintazas que lucen los mejor aconsejados.
Pero entremos en materia, que Neil Patrick Harris ya está en el escenario y no es cosa de hacerle esperar… o lo que es mejor, hasta cinco antiguos presentadores de la gala «peleándose» en el escenario por recuperar su puesto de honor. Rematan Amy Poehler y Tina Fey presentado por fin el primer premio de una gala que empieza con poca chispa. Repasamos los principales galardonados.
Mejor actriz secundaria de comedia: Merrit Wever por Nurse Jackie. Con el discurso de agradecimiento más corto y surrealista de la historia. «Ah, Oh, (cara de sorpresa) me tengo que ir» y efectivamente se fue. Sorpresón para empezar la noche pero su interpretación en la serie es muy destacable y, aunque no tan lucido como el de alguna de sus compañeras de nominación, bien merecido.
Mejor actor secundario de comedia: Tony Hale por Veep. Otra serie de las menos comerciales y conocidas fuera de EE.UU. pero que es una delicia, escatológica a veces, tierna otras, una serie tan ácida con la política y tan divertida de ver mientras imaginas a nuestros propios políticos en situaciones parecidas y como en España nunca veremos algo así, que a veces dan ganas de echarse a llorar… de la risa.
Mejor actriz principal de comedia: Julia Louis-Dreyfus por Veep. Vale todo lo dicho para Tony Hale. Muy divertida. Eso sí, imprescindible la V.O.
Mejor actor principal de comedia: Jim Parsons por The Big Bang Theory. Muy emocionado, Jim recogía un premio realmente competitivo y que hubiera estado bien en manos de cualquiera de sus nominados pero yo tengo debilidad por Sheldon y su capacidad para irritar a sus amigos y espectadores.
Mejor actriz protagonista en una miniserie o película: Laura Linney por The Big C. En su cuarta y última temporada, la peculiar lucha contra el cáncer de este personaje lleva a su protagonista al EMMY. Al no encontrarse en la sala, ni agradecimientos ni nada y casi se agradece en una gala que está resultando lenta y aburrida.
Mejor actriz secundaria de drama: Anna Gunn por Breaking Bad. Con la noche de sorpresas que llevamos podría haber sido cualquiera, pero sonaba mucho Anna y el merecido premio a Breaking Bad coincidiendo precisamente con la emisión esta misma noche del penúltimo episodio de la serie que muchos consideran ya un referente en la historia de la ficción norteamericana. Odiada por muchos de los fans de la serie, Anna Gunn parece que es realmente apreciada por sus compañeros y se lleva el EMMY a casa.
Mejor actor secundario de drama: Bobby Cannavale por Boardwalk Empire. Claramente, se trataba de una noche de sorpresas. No hizo como la primera galardonada y salió corriendo EMMY en mano, pero no nos hubiera extrañado porque verdaderamente pocos lo esperaban.
Mejor actor principal de drama: Jeff Daniels por The Newsroom. ¿He dicho ya que esta era una noche de sorpresas? Hasta los más entregados fans de la serie jamás hubieran pensado que se lo llevaría él, ni él mismo, que ha tenido que agradecer su premio con un chicle en la boca, al más puro estilo americano. Decepción para Breaking Bad. Héroe por encima de villano.
Mejor actriz principal de drama: Claire Danes por Homeland. Cuando todo el mundo esperaba que se confirmaran las apuesta de que el premio se lo llevaría Kerry Washington, sorpresa pero merecido.
Mejor tv movie o miniserie: Behind the Candelabra. Con protagonistas como Mat Damon y Michael Douglas, que además se llevaba el premio a mejor actor en película o miniserie, parecía claro. Dicen que además es muy divertida.
Mejor comedia: Modern Family. Es, sin ninguna duda, la mejor comedia de todas y no por muy premiada dejará de merecerlo un año más. Aunque ninguno de sus actores nominados, que no eran pocos, han conseguido el premio, posiblemente porque tanta nominación hace que se repartan mucho los votos, la serie no tenía rival.
Mejor drama: Breaking Bad. Para todos los que estuvieron despiertos toda la noche solo para ver esto.
Por lo que respecta a la gala, algo flojita, sin números de relevancia para animar a la audiencia, solo el número de los coreógrafos fue brillante, ni guiones punzantes o mínimamente ocurrentes para despertar alguna sonrisa. Elthon John es un grande sí, pero no estamos en los GRAMMY, no es eso lo que queremos ver. Y la retransmisión de AXN White: sacar la cartera para pagar por los derechos, el enlace al directo y pinchar la señal. Mérito más bien escaso aunque yo, personalmente, tampoco necesito más.
Puedes consultar la lista completa de premiados en la página oficial de EMMY.
Entrada originalmente publicada en Generación Young