Pasada la primera polémica con el nuevo programa de TVE, Entre Todos, la del presunto plagio y la denuncia por parte de Canal Sur que deberán resolver los servicios jurídicos de ambas cadenas y/o los tribunales, llega la hora de mostrar atención a lo realmente importante, el programa en sí mismo y las audiencias que consigue.
Estas no están siendo muy buenas, no llegando siquiera a lo que en esa misma franja lograba Gran Reserva, el origen, aunque a menor precio, claro. El ahorro, sin embargo, no compensa los malos datos y tendremos que ver qué ocurre si está sigue siendo la tónica general una vez empezado septiembre y con los espectadores de vuelta en su rutina de otoño.
No parece desde mi punto de vista que el formato pueda llegar a dar resultados espectaculares, sobre todo atendiendo a lo pobre de los contenidos, a la ausencia de ritmo y a la permanente conexión con personas corrientes que no destacan por lo televisivo de su forma de expresarse, ni quienes piden ayuda, que no pueden dejar de llorar, ni tampoco quienes la ofrecen, que solo entran por teléfono y con la poca fluidez que aportan este tipo de conexiones.
Estos inconvenientes no evitan que la gente buena de este país se enternezca con las historias de sus vecinos, las de gente corriente con la que se identifican, con problemas por los que ellos mismos ya han pasado o podrían estar esperando a la vuelta de la esquina, problemas que se pueden resolver, al menos de forma momentánea, con un poco de ayuda de todos, con un pequeño esfuerzo de unos pocos que para los afectados es una tremenda ayuda y quizá el necesario empujón para sacar la cabeza de un pozo que parece sin fondo.
Los grandes problemas sociales de este país no se resuelven porque cuatro elegidos tengan la suerte de ser seleccionados para salir en la tele a contarlos y pedir la solidaridad de sus conciudadanos, los grandes problemas necesitan grandes soluciones, unas que llevan tiempo y mucho dinero, pero eso no es motivo para rechazar la ayuda de esas personas que se sienten tocadas por las historias, tan lacrimógenas como reales y cercanas, que cada día nos va a traer Toñi Moreno.
El programa, como formato televisivo, no vale nada. La dinámica del público no puede ser más lamentable. Los comentarios de la presentadora en muchas ocasiones no tienen sentido en el contexto en el que se dicen y solo sirven para hilar la conexión de cualquier manera. Podemos criticarlo desde innumerables puntos de vista, no solo formales, también sociales e incluso políticos, podemos decir que simplifica los problemas y crea falsas esperanzas en muchas personas que pueden llegar a creer que, lejos de esforzarse para salir adelante, a lo que hay que aspirar es a que la tele y la buena gente te solucionen los problemas. Sí, esto puede pasar, y es responsabilidad del programa intentar evitarlo pero, si sirve para ayudar a un par de familias cada día, si sirve para conectar a gente necesitada con otras personas dispuestas a ayudarlos ¡bienvenido sea!
A mí desde luego no me molesta que ayer una niña pudiera celebrar su cumpleaños con una tarta especial o la semana que viene tenga zapatos nuevos para ir al colegio y un filete en el plato ¿y a ti?.
Post originalmente publicado en Generación Young.
Ayer vi un trozo del programa y no se, me quede con una sensación extraña. El programa era aburrido hasta matar.
Dicho esto me quedaron un montón de dudas:
– Toda la gente que llamaba para ofrecer ayuda no desaprovechaban la ocasión de hacer propaganda de sus locales y yo me pregunto ¿llaman realmente para ayudar o para tener los 5 minutos de gloria y de paso promocionar sus negocios?.
– Una petición de ayuda que salió en el programa era la de un matrimonio en paro y con problemas para alimentar a sus hijos, pues bien, este matrimonio ya habían salido en Espejo Publico de A3 y en Ana Rosa y yo me pregunto: ¿es que no se les ayudo cuando aparecieron en dichos programas? porque cuando aparecieron en Espejo Publico si que recibieron ayuda por parte de los tele espectadores.
Me pareció muy curioso que con cientos de miles de familias pasando penurias, tres cadenas de televisión coincidan a la hora de elegir a la familia en apuros, es raro, no me lo negareis.
Los casos que salieron me parecían muy sospechosos. Un chico de 18 años que se quería montar una empresa y no tenia experiencia en nada y es que ni tan siquiera había trabajado para adquirirla. Realmente alguien se cree que se puede montar un negocio sin tener un mínimo de conocimiento de como se lleva una empresa.
Llamadme incrédula, pero me parece todo un montaje.