Las buenas noticias esta semana en TVE tienen que ver con la consolidación de los buenos resultados de Masterchef. Un programa que empezaba flojito y que parecía se iba a desvanecer a medida que avanzaran las semanas, se ha convertido en un ejemplo claro de cómo a veces los cambios de día de emisión pueden ser un gran revulsivo y su paso a los martes ha sido providencial.
En sus primeras dos semanas le echábamos la culpa al fútbol, asumiendo que el subidón de espectadores era únicamente debido al arrastre de la audiencia de las semifinales de Champions pero, una vez eliminada la competición de la ecuación, el programa sigue en torno al 15% de share, dato muy satisfactorio que demuestra la solvencia del programa, tanto más atractivo cuanto más vamos conociendo a los concursantes y teniendo nuestros favoritos u odiados.
Masterchef necesitaba darse a conocer, que la gente le diera una oportunidad y, una vez conocido, se han quedado, porque entretiene y está bien hecho. Como dije en su momento, la mala prensa que TVE tiene desde hace meses, las constantes críticas y reproches a sus informativos y las dificultades para sacar adelante programación nueva por falta de financiación, han sido un mazazo para la cadena y son un tremendo escollo a superar por los nuevos programas, ya de por sí en un entorno leonino. A la habitual competencia externa, ahora se suma la lucha contra los elementos propios y asomar la cabeza es doblemente complicado.
Es en este entorno en el que se ha estrenado esta misma semana Gran Reserva, el origen, el spin-off con flashback de la serie de Prime Time que nos cuenta en tira diaria las historias de los Reverte y Cortazar y cómo llegaron a ser los bodegueros más conocidos de La Siesta. Otro programa que cumple con las expectativas, cuya calidad no desmerece a ningún otro programa de sus características y que, sin embargo, no está logrando unas audiencias notables, quedándose por debajo del 10% en los tres días de emisión que llevamos contabilizados.
A diferencia de los programas de Prime-Time, los seriales de sobremesa tienen algo más de recorrido, se puede tener más paciencia con ellos y no cabe duda que su audiencia es más difícil de construir. Solo espero que a TVE no le entren las prisas y sea consciente de la dificultad de hacer llegar a la audiencia esta nueva oferta para la sobremesa que sin duda es mucho mejor que cualquier otra cosa que pueda venir enlatada.
Pese a todo, la competencia en la sobremesa es muy dura con los de siempre en plena forma y es que Sálvame sigue consiguiendo excelentes datos de audiencia a base de hablar y hablar de los famosos, de medio pelo o de pelo entero y sin necesidad alguna de contar con una Belén Esteban completamente desaparecida para beneficio de todos menos su representante. Tal es la fuerza de los contenidos del corazón que TVE no quiere renunciar a ellos y, pese a haber terminado con el programa de Anne Igartiburu, resulta que lo van a sustituir por una edición vespertina de Corazón Corazón.
Cuando se informó de que Anne volvía al programa de la mañana y la presentadora que la sustituía tendría nuevo proyecto en las tardes, nunca se me ocurrió pensar que se trataría de lo mismo y, aunque no soy yo una defensora de la televisión pública y su necesidad de hacer una parrilla llena de programas minoritarios y desatendidos por el resto de la oferta televisiva, sí que tengo claro que seguir gastando dinero en atender a todos estos personajes ¡¡¡dos veces al día!!! me parece excesivo y hasta vergonzoso. Si otras cadenas quieren competir por la audiencia con estos contenidos, allá ellos pero ¿la pública? Una pena.
De verdad a mi Masterchef no me gusta por las formas de los Chef de decirles las cosa a los alumnos, comprendo que tienen que ser asi pero son muy duros con ellos en sus comentarios cuando presentan sus platos los pobrecillos no les falta si no llorar y salir corriendo, creo que los programas de cocina en general siempre van a tener su audiencia bastante alta habemos gente entre ellos me cuento yo que nos gusta y nos interesa, dire que no soy cocinero pero me gusta verlos. En cuanto a la programación en muchas cadenas creo que hay programas que se deberían de sustituir ya dan pena esas peleas en la tv e insultos de los propios colaboradores a mi eso me dice de la mala cultura en este país nuestro. Deberian de haber programas que de verdad nos enseñen, si no poner reportajes interesantes como pone 2tv.