La polémica político-televisiva de la semana nos lleva hoy a un programa de TVE llamado Audiencia Abierta en el que supuestamente se han comentado algunas acciones del rey para poner de acuerdo a lo principales partidos políticos, acciones que posteriormente han sido desmentidas por Casa Real en un hecho inédito hasta el momento, como es que la necesidad de desmentir a la cadena pública en sus informaciones respecto al rey y sus actividades políticas. Esta noticia no me habría llamado la atención, de hecho llevo viéndola unos días sin molestarme siquiera en leer su contenido, si no fuera por otras declaraciones que he escuchado esta mañana al respecto del monarca y que me han dejado perpleja.
A propósito de las idas y venidas de la infanta Cristina por una parte y de la famosa Corina por otra, El programa de Ana Rosa, y la propia Ana Rosa, afirmaban esta mañana que existía una campaña de los medios y los periodistas, ellos los primeros, de lavado de imagen del rey. Según apuntaba la presentadora, existe un movimiento generalizado que, consciente de la importancia para España de que la figura del monarca sea fuerte y en reconocimiento de la labor que durante la transición tuvo la institución, está ayudando en todo lo relativo a la imagen de Don Juan Carlos. No lo contaba a título informativo para que filtráramos todo lo que como espectadores nos llega, sino de manera podríamos decir que maternal, explicando a los borreguitos el importante trabajo que desde los medios se hace para protegernos.
Evidentemente, no es una novedad para nadie que los periodistas, sean del corazón o no, tienen su agenda, sus favoritismos y sus secretos, pero me sorprende que se diga de forma tan abierta que se trabaja en forzar una imagen amable y positiva del rey, escondiendo sus deslices (en todos los sentidos) con el fin de proteger la marca España o los intereses de los españoles. Me sorprende que se cuente de esta manera y me sorprende aún más que los periodistas se erijan en defensores de un determinado concepto de sociedad, de un orden social y moral y que conscientemente nos digan que nos ocultan cosas por nuestro bien y por el bien del país. Que lo hagan además los periodistas del corazón me parece ya delirante.
Si en Telecinco se preocuparan por la imagen de España, cambiarían su parrilla por la carta de ajuste.