Perdonad que sea tan cruel pero, cuando una serie americana se estrena antes fuera de EE.UU. que en su propia cadena, es que no hay mucho que rascar. Si no confías en tu producto lo suficiente como para estar deseando estrenarlo, si no ves que la primicia sea un elemento a tener en cuenta y no guardas para tus espectadores el preciado producto para regalárselo a sus ojos los primeros, es que algo no termina de convencerte.
Puede que me equivoque y que haya alguna motivación que no estoy teniendo en cuenta, pero no imagino a ABC permitiendo el estreno de Desperate Housewives en España antes que en EE.UU. aunque ahora, una década después de aquello, apenas recordemos cuando y como se estrenaba, sino todo lo bueno que nos dió desde entonces.
Elucubraciones aparte, mi interés por el estreno de Infieles en AXN White no pasaba de ser una curiosidad, despertada casi de casualidad al ver la noticia fugazmente en algún sitio que ni siquiera recuerdo (aunque esto empieza a ser habitual en mí, tanto por mi mala cabeza como por la cantidad de información sobre televisión que consumo cada día de forma casi compulsiva). Programé mi iPlus para que se acordará de mostrármela cuando estuviera lista y ayer noche, sin nada mejor que hacer después del fiasco futbolero de la Champions, me dispuse a ponerme con ella. Pero, cosas de la tecnología, el episodio grabado no era el primero, sino el segundo. Probé en Yomvi, pero nada. Pensé descargarlo, pero me dije ¿será necesario? Después de todo, estamos hablando de una serie de Alyssa Milano. Convencida de que podía prescindir del piloto, allá que me puse directamente con la segunda entrega. Creedme, no hacía falta verlo, he logrado entender todas las tramas a la perfección.
Y es que la historia de Infieles no tiene mucha miga: tres amigas y una hermana como verso suelto, exitosas en su trabajo pero con complicadas relaciones sentimentales y la infidelidad siempre rondando, bien en sus propias carnes o en las de sus parejas, vivas o muertas. El resto, los típicos problemas de los pijos del primer mundo, al estilo Lipstick Jungle pero sin Brooke Shields. Mucha introspección, mucha culpa, mucha pandi femenina ayudándose en los momentos de bajón, siempre disponibles para un café, una comida o lo que surja. Tan típica que no podrá decepcionarte y candidata a placer culpable.
Sabiendo que se trata de un remake de una serie británica, si algo me deja son ganas de echarle un vistazo al original, no lo descarto.
‘Mistresses’ fue una serie cojonuda. De las que más me han gustado en los últimos años. Veo que al serie americana se ha titulado igual que el remake que hizo TV3 (bueno, remake no confirmado pero remake al fin y al cabo) de la misma serie: INFIDELS.