OJO SPOILERS DEL EPISODIO S04E18 de GLEE
El episodio de Glee emitido la pasada semana, Shooting Star, transcurría durante un tiroteo en el Instituto, tiroteo que despertaba en los protagonistas sus más tiernas confesiones, sus temores y su solidaridad. Un episodio ciertamente extraño, pues no estamos acostumbrados a que se nos cuenten historias dramáticas sin compensarlas con algunas escenas de contraste, con humor, alegría o cierta locura. En este caso, el episodio estaba íntegramente dedicado a esta circunstancia y ni siquiera nos mostraban cómo están o evolucionan los personajes que esta temporada viven en Nueva York. Por momentos parecía que se trataba de un episodio fuera de lugar, como si en algún momento hubieran tenido que apartarlo de la parrilla por alguna circunstancia dramática real y se emitiera ahora que ya estaban los ánimos más calmados.
Ha sido precisamente esta ausencia de motivación, este extraño contexto en el que se muestra el episodio el que ha destapado las mayores críticas, especialmente de padres que han sufrido en sus hijos alguno de estos terribles sucesos, el más reciente el de Newtown, e incluso los de Columbine, padres que afirman no tener inconveniente en que se muestren este tipo de historias, pero que agradecerían estar informados de ello, supongo que para tomar una decisión informada sobre si ven un contenido que puede dañarles psicológicamente, a ellos o a los supervivientes.
Entiendo la preocupación de los padres de las víctimas, su deseo de saber a qué se enfrentan cuando han pasado por un suceso tan terrible como este, con secuelas impredecibles y una complicada tarea por delante: la de sobrevivir sin sus hijos o sacar adelante a los que, creyéndose seguros en la escuela, descubrieron un día que el mundo estaba lleno de terribles peligros. Lo entiendo perfectamente y Ryan Murphy seguramente también, pues nada de lo que hace pasa desapercibido, ni es casual.
Estos días en EE.UU. se discutía una ley que pretendía limitar la libertad de los americanos para comprar cierto tipo de armas, una ley que ha enfrentado seriamente a republicanos y demócratas e incluso a los demócratas consigo mismos, hasta el punto de no lograr ser aprobada, precisamente por la ausencia de acuerdo entre los miembros del partido en el gobierno. Era importante poner el dedo en el herida en estos momentos y, dado que se veía venir la fecha del debate, no tengo duda alguna que Murphy ha buscado este episodio para emitirlo como un manifiesto, como una llamada de atención. Quizá hubiera podido hacerlo de otra manera, quizá hubiera tenido que ser construido desde más atrás y no llegar de esta manera sorprendente y casi fuera de contexto, pero precisamente eso es lo que hace sospechar que estaban esperando el momento de emitirlo para hacerlo coincidir con el debate en el Congreso. Por eso seguramente no muere nadie, porque el episodio debía ser susceptible de ubicarse más pronto o más tarde en el tiempo.
Como seguidora de Glee, como espectadora que ha derramado bastantes lágrimas con estos adultos disfrazados de adolescentes, que ha movido los pies en cada episodio con al menos una de sus canciones, he de confesar que el episodio también me pareció bastante flojo, y eso que en estas cuatro temporadas ha habido muchos que no han dado la talla y momentos en los que parecía que había perdido toda su magia. Es lo que pasa a veces cuando los creadores se empeñan en transmitir un mensaje que no encaja del todo con la filosofía del show, o cuando intentan transmitirlo sin romper nada de lo construido hasta el momento y las líneas argumentales o sentimentales se distancian. Shooting Star hubiera sido más potente si hubiéramos perdido a alguno de los chicos, hubiera transmitido de verdad el peligro, la sensación de pérdida, hubiera sido tremendamente potente y posiblemente hubiera cumplido mejor su función de asustarnos, de hacernos daño, de motivar la reflexión sobre la presencia de armas en el hogar. Shooting Star hubiera sido más potente si el causante del tiroteo, que al final no es tal, en lugar de ser una asustada Becky que presiona el gatillo por error, hubiera resultado ser un estudiante enfadado que lleva días planeando el ataque, que realmente quiere matar y vengarse de quienes le han hecho daño o le han ignorado durante años. Pero esta no es la filosofía de Glee y, aún siendo tremendamente potente como episodio, como reflexión, como llamada de atención, hubiera sido un auténtico shock que quiza la cadena en que se emite no hubiera admitido (recordemos que Glee se emite en la muy conservadora cadena Fox).
Al final, por no entrar en barbaridades, por hacer un episodio amable como lo son siempre los de esta serie, Murphy se ha quedado corto y no ha satisfecho a nadie.
No creo que este episodio estuviese praparado para emitirse en cualquier momento, dado que el despido de Sue Sylvester rompería la continuidad si la semana que viene la vemos por ahí. En cualquier caso, creo que Becky es la causante del no-tiroteo de forma estudiada. El mensaje no es sólo «las armas matan», sino «las armas pueden acarrear desgracias incluso cuando no se pretende hacer nada malo con ellas».