Exposición Cuarto Milenio

¿Te gusta la tele? ¿Más allá de los programas que puedes ver a diario en tu televisor? ¿Te gusta conocer a los personajes reales que se esconden tras la pantalla? Si vives en Madrid o tienes pensado estar por la ciudad en los próximos días, tienes dos oportunidades de conocer algo más de dos personajes muy conocidos de la pantalla: Iker Jiménez y El hombre de negro.

Así, en la misma frase, hasta podríamos pensar que tienen algo que ver, pero lo cierto es que no, más allá de ser dos personas apasionadas por su trabajo, tanto dentro como fuera de la pantalla y su interés por compartirlo con el mundo.

De una parte tenemos la exposición de Iker Jiménez en el Colegio de arquitectos de Madrid, que se puede visitar de forma gratuita esta tarde y el fin de semana. Una oportunidad única de ver algunas de las reproducciones de los hallazgos más llamativos recreados para el programa, ilustrados con detalladas explicaciones de su origen. Si tienes suerte, puede explicártelas el propio Iker quién, orgulloso de su proyecto, no quiere perderse las reacciones de los asistentes y estará presente en la sala en algunos momentos del fin de semana.

En otro ámbito distinto, tenemos a Pablo Ibáñez, el hombre de negro de El Hormiguero, un tipo callado, enigmático, que aparece y desaparece de plató sin casi abrir la boca y que resulta ser todo un descubrimiento para el espectador que desconoce su pasión por la fotografía y que los magníficos retratos que adornan los pasillos de la productora del programa son obra suya. Reservados hasta ahora para el disfrute de un público privilegiado, estas fotografías de los invitados de El Hormiguero se mueven al Espacio de las artes de El Corte Inglés para cualquiera que quiera verlas hasta el 10 de enero.  Las fotografías pueden además comprarse con un fin solidario, pues todos los beneficios irán a la Fundación Juegaterapia.

Como veis, la televisión está llena de sorpresas, de artistas únicos y de periodistas entusiasmados con su trabajo. Y está bien que de cuando en cuando salgan fuera de sus platós para darse a conocer algo mejos, para compartir con los espectadores sus pasiones. Si además cumplen una función benéfica, mejor.