El primer gran enfrentamiento por las audiencias del año televisivo tenía lugar ayer en el prime time, con la emisión simultánea de Isabel en TVE, funcionando bastante bien hasta el momento, entre otras cosas por la falta de una competencia directa; La que se avecina en Telecinco, un valor seguro desde su estreno y Tu cara me suena en Antena 3, otro programa que en su primera edición funcionó muy bien y, pese a que habría perdido la frescura de la novedad, demostró ayer estar en plena forma. Hasta Cuatro quiso sumarse tímidamente a la batalla emitiendo Titanic, una de esas películas incombustibles que siempre atraen a un buen puñado de espectadores que no se cansan de ver las mismas cosas una y otra vez.
El resultado final ha sido como el de una noche electoral: unos felices por haber ganado, caso de La que se avecina con un 27,1% de share, otra vez en registros casi olvidados desde que la fragmentación de las audiencias hizo todo más pequeño y relativo, y otros contentos por haber subido en apoyos con respecto al año anterior, como ha ocurrido con Tu cara me suena, que se quedó con un 20,3% de la cuota de pantalla, unos datos muy buenos que, sin embargo, parecen pequeños frente a su rival más directo aún siendo más de seis puntos por encima de los que cosechó el año pasado en su estreno. En conclusión: todos contentos. Junto a ellos, Isabel mantenía un razonable 16% y Titanic no pasaba del 5’3%.
Datos numéricos aparte, la noticia del día sigue siendo la consecución por parte de Telecinco de unos datos a los que no estamos acostumbrados, datos de los que se congratulan hoy desde todos los medios de comunicación a los que tienen acceso y que son muy loables, datos sorprendentes por su magnitud, pero nunca por la serie a la que acompañan, que siempre se ha movido en excelentes registros y de la que cabía esperar un resultado victorioso o muy a la par con cualquiera de sus rivales. En esta vorágine de competencia a cara de perro que han marcado los dos grandes grupos televisivos, este tipo de batallas se van a suceder con mayor frecuencia de la habitual y las fusiones que han absorbido los dos únicos canales que podían hacer competencia seria a los grandes están provocando un aumento de las grandes cuotas de pantalla, que se benefician de la competencia amiga de canales como Cuatro y La Sexta, que nunca emitirán nada que haga daño.
Mañana miércoles llega la segunda entrega de esta competición olímpica, con la emisión del estreno de la segunda temporada de Gran Hotel en Antena 3, en la misma franja que Telecinco emite ese pedazo pepino que es La Voz. El enfrentamiento es casi idéntico al de la noche del lunes, pero con los papeles cambiados: un show de cantantes frente a una ficción nacional. La noche se antoja apasionante.
Al hilo de estos resultados, no puedo dejar de comentar el nulo efecto negativo que ha tenido la filtración a internet del primer episodio de La que se avecina, un hecho muy criticado en la cadena, muy perseguido y aún muy poco claro, que solo ha demostrado que este tipo de cosas, lejos de hacer daño a las audiencias (esto Dexter se lo sabe de memoria desde su primera temporada), crean más expectación, más comentarios, mucha más publicidad indirecta y al final, unas excelentes audiencias.
En lo que respecta a internet, también tengo mucho interés en conocer los datos de audiencia que tienen los programas del prime time en las respectivas webs de las cadenas. Casos como el del miércoles invitan a ver La Voz en directo mientras comentamos en redes sociales, una de las principales diversiones del momento y elemento impagable de crecimiento de ciertos programas, mientras que dejamos Gran Hotel para un momento más íntimo y tranquilo en el que poder disfrutar de todos los detalles, un visionado que sin embargo no se contabiliza de forma oficial y no sirve para vender a las marcas, que solo buscan anunciarse en un prime time en el que, por proteger los productos estrella, cada vez hay menos anuncios. ¿Tienen sentido entonces estos grandes datos? ¿Hay que empezar a poner en valor real el interés que despiertan algunos programas, se emitan cuando se emitan y se vean cuándo y dónde se quieran ver? Definitivamente sí.
Y yo que ni me enteré de todo eso… Ví que El mentalista sigue sin capítulos nuevos y me lancé a Shutter Island de la que no me moví ni para zapear 😉