Me gusta la manera en la que Antena 3 se enfrenta a la emisión de contenidos online. Tiene algunas carencias técnicas más o menos molestas, pero alabo la valentía con la que, hace ya unos años, afrontaron la puesta a disposición de sus productos en la web para ser vistos después de su estreno en televisión.
No son los únicos, La Sexta y Mediaset hace tiempo ya que se convencieron también de las bondades de no dejar a sus espectadores pendientes de parrillas y horarios y nos permiten disfrutar de sus contenidos de producción propia sin limitaciones una vez concluida su emisión regular. Gracias a ello, he podido ver el desenlace de Frágiles, por ejemplo, que el pasado jueves se despedía de la audiencia con un doble episodio que, tranquilamente, pude disfrutar el viernes, no sin un par de sobresaltos por la mala ubicación de la publicidad, algo imperdonable cuando no dependes más que de ti mismo (pero esa es otra historia).
Una vez perdido el miedo a la televisión a la carta, las cadenas se atrevieron con la emisión en directo de sus canales y ahora podemos disfrutar de muchos de sus contenidos a traves de ordenador cuando no estamos frente al televisor principal o cuando estamos fuera de casa (me pregunto cuantos ordenadores del trabajo tendrán abierta una pestaña con la tele para acompañar un trabajo mecánico que no precisa especial concentración, un «privilegio» reservado hasta hace bien poco a los que trabajábamos en televisión y muy conveniente ante eventos de actualidad informativa inesperada o competiciones deportivas a deshoras).
Sin embargo, una de las principales ventajas de poder ver emisiones en directo a traves de internet es la movilidad. La proliferación de tablets con conexión 3G y móviles que ya son un pequeño ordenador con todas sus funcionalidades, hacen posible que sigamos viendo nuestros programas favoritos estemos donde estemos o que una aburrida espera en algun lugar público se convierta en un momento ‘couch potato’ tan entretenido como una modorra cualquiera hasta ahora reservada solo al salón de casa.
Pero ahí es donde tropezamos con los inconvenientes derivados de los derechos de emisión y encontramos que algunos contenidos no estan disponibles desde una conexión móvil, curiosamente los contenidos más susceptibles de ser demandados en movilidad, por ejemplo, los deportes. En este mes de agosto, al menos dos de las competiciones más vistas de televisión han estado confinadas a la conexión desde el hogar o, con suerte, la de un hotel con wifi potente. Tanto la Fórmula 1 como los juegos olímpicos precisaban de una conexion fija para verse en el ipad, echando por tierra la experiencia gratificante que puede suponer ver un enfrentamiento de alta competición desde la arena de la playa mientras tuestas tu barriga cervecera.
Algo parecido ocurre con Canal Plus, que este año permite a sus abonados ver los partidos de Canal Plus 1 y Canal Plus Liga aunque esten fuera de casa, todo un detalle cuando te pillan los fines de semana fuera y se te queda cara de tonto pensando el pastizal que pagas por ver unos encuentros que nunca te pillan en casa. Finalmente, la aplicacion de Yomvi funciona casi perfectamente (a excepción de algunas breves interrupciones, similares a las que provoca el mal tiempo en mi antena colectiva) y podemos ver el fútbol desde una conexión wifi, aunque tampoco desde la playa o la terracita del bar.
No tengo del todo claro si se trata de un problema de derechos o de una cuestión técnica, pero es una pena que en estos casos el usuario, cada vez más acostumbrado a disponer de estas programaciones online, sufra la frustración de no poder acceder a ello y siga teniendo que buscarse la vida en otro tipo de páginas. Hace unos años, ni siquiera nos lo habríamos planteado pero, ahora, con todas las facilidades que nos dan, no poder tener lo que qeremos cuando lo queremos se vuelve aun más frustrante que cuando ni siquiera teníamos una parte. Los consumidores somos así de injustos.