Hace unas semanas la Comisión Nacional de la Competencia ponía una serie de condiciones para la fusión de Antena 3 y La Sexta que resultaban abusivas para las partes y que hacían que ambas renunciaran al acuerdo, por considerar que no podrían hacerlo rentable. Pero, lejos de dar por cerrado el asunto, unos y otros han movido sus hilos hasta conseguir que hoy, en Consejo de Ministros, se apruebe esa misma fusión relajando las condiciones. No entiendo bien cuales son las funciones de la CNC si lo que digan no es de obligado cumplimiento, pero hoy ha quedado patente que no lo es.
Mientras los anunciantes pedían, no solo que no se cambiaran los requisitos, sino que se aplicaran también a la fusión de Telecinco y Cuatro, el gobierno ha hecho todo lo contrario y ha facilitado el acuerdo entre La Sexta y Antena 3, según dicen algunos, a cambio de que la línea editorial de la primera sea más benevolente con el actual ejecutivo.
De ser cierto, la petición sería un despropósito, algo por lo que no debería pasar ningún medio de comunicación serio, salvo que esté dispuesto a decir que sí solo para lograr sus objetivos y luego seguir dando la misma caña y, además, afear la conducta de quienes pretendían intercambiar estos indecentes cromos (yo tendría cuidadito que anda Ana Pastor buscando trabajo y en La Sexta encaja estupendamente).
En esta línea de cambiar decisiones gubernamentales, no me extrañaría que acabáramos por volver a la publicidad en TVE, algo que los franceses tienen a la vuelta de la esquina, tras constatar el nuevo gobierno de Hollande que es insostenible sin ella. En el caso de la televisión francesa, la ausencia de publicidad es únicamente en el prime-time, algo que podríamos intentar en España para poder salvar así la caja, aunque el hecho de que en Francia no sea suficiente debería hacernos pensar que aquí tampoco funcionará.
Dado que con la nueva fusión los anunciantes se quejan de no tener espacio suficiente, de tener que plegarse a condiciones peores y de la ausencia de competencia, el retorno de la publicidad a TVE, que también proponen desde la AEA, podría solucionar dos problemas al mismo tiempo, aumentando la financiación del ente público y aumentando la competencia. Suena muy fácil, estoy segura de que no lo es pero ¿por qué no darle una vuelta?
Tener una Comisión Nacional de la Competencia en este país es lo mismo que llevar una cruz al cuello: no vale de una puta mierda, pero no veas lo que tranquiliza saber que está ahí. Y por supuesto que la línea editorial va a ser más benévola con el ejecutivo, ¿o creéis que el PP se ha pasado el dictamen de la CNC por el forro sólo porque Carlotti o Aragón le hayan enviado cada uno una cesta de Navidad al despacho de Rajoy? Ya podéis despediros del Follonero, Al rojo vivo, y El intermedio. A partir de ahora misa los domingos, y el resto de la semana fútbol y toros. ¡Y ojito con meterse con el PP, que al que se mueva no sale en la foto y los ERE están a la orden del día! De Antena 3 no digo nada, porque todo el mundo sabe que el Grupo Planeta es más facha que el Opus Dei, así que el carnet de buena conducta ya lo tienen.