AVISO SPOILERS DE LA QUINTA TEMPORADA DE MAD MEN
Si algo caracteriza la quinta temporada de Mad Men es la pérdida del miedo por parte de espectadores y críticos a comentar con total honestidad lo que le parece esta serie. Desde que nació y empezó a recibir todo tipo de premios y alabanzas, parece que decir que no te gusta Mad Men es un sacrilegio y un motivo suficiente para no admitir a quién dice tal cosa en ninguna conversación televisiva que se precie. Sin embargo, este año algo ha cambiado y a la gente ya no le da vergüenza reconocer que no le gusta, que echa en falta algo en la historia, que sospecha que su fin puede estar cercano porque los personajes o sus guionistas ya no dan más de sí. Quizá haya sido el largo parón que ha traído esta temporada mucho más tarde de lo que le correspondía o un intento de convertir a sus personajes en algo que no son y no esperábamos encontrar o incluso un amago de convertir el drama en tragicomedia absolutamente innecesario.
En España, todo empezaba con el estreno en cines del primer episodio por parte de Canal +, un estreno que sorprendió a muchos, a mí la primera, con innumerables escenas cómicas impropias de lo que espero de la serie y que, en un momento dado, llegué a achacar al hecho de ser un visionado colectivo, lo que siempre provoca reacciones gregarias que nunca tendríamos en la soledad de nuestro salón.
Sin embargo, el avance de los episodios apuntaba hacia un intento de introducir elementos más ligeros, menos tensión y menos drama, más amabilidad, mayor flexibilidad, un receso en la vida trágica de un insatisfecho Don Draper que ahora es feliz jugando a las casitas con Megan y alrededor de quién surgen situaciones ridículas que a mí personalmente me sacan de contexto y me hacen pensar que no estoy frente a la misma historia.
En toda la quinta temporada hemos visto a un Draper amante esposo y padre ejemplar, de la época, claro, con todos los tics machistas que esto implica y que debemos ver desde la óptica de alguien que vivía en el NY de hace más de medio siglo y no con la nuestra. Al atractivo físico del protagonista, se suma ahora un carácter más amable, más dócil, más cercano y, sin embargo, lejos de resultar ideal, Draper pierde magnetismo, pierde interés y, como espectadores, ansiamos la fuerza de sus dramas personales, su incapacidad para ser fiel y su menosprecio absoluto hacia las mujeres que conquista una vez han sido conquistadas. Es un cabrón desgraciado, pero eso es lo que esperamos de él y encontrarlo en otra actitud se nos antoja en cierto modo un fraude.
Su papel parece haber sido retomado por Pete Campbell, que siempre fue una especie de aspirante a Draper, sin su encanto, ni su clase y que pasa de romperse la nariz en una escena algo surrealista y absolutamente falsa en el primer episodio, a romperse el corazón en una relación imposible y dramática que probablemente sea lo más fiel al Mad Men que conocemos de toda la temporada.
La quinta de Mad Men es una sucesión de historias inacabadas, de planteamientos vitales y morales que no terminan de suceder, desde la historia de Betty y su gordura hasta la transformación de Sally en mujercita adulta, con pillada al tito Roger en actitud poco decorosa con su abuelastra incluida, pasando por la decisión de Peggy de abandonar la compañía a cambio de un suculento contrato que hoy equivaldría a más de 130,000 dólares anuales o el muy criticado suicidio del contable, en una de las escenas más conmovedoras de la temporada. El cambio de escenario social que se plantea al principio de la temporada también termina por desaparecer y se pierde la oportunidad de conjugar la historia de ficción de los protagonistas con la historia real de Estados Unidos y sus avances en derechos humanos e igualdad.
Cualquiera de estas historias, con suficiente fuerza para tirar del carro de la temporada se han quedado a medias, y muchas que se quedan sin mencionar, todas ellas pidiendo a gritos más tiempo, más episodios, más líneas de guión, todas ellas esfumadas con un final de temporada en el que no podemos obviar la imagen más metafórica de todas las vistas hasta el momento, un cuadro imponente de poder y piezas de ajedrez dispuestas para empezar una nueva partida, la que acompaña a este post y que fuera de la escena que la precede queda tan hueca como muchas de las historias contadas esta temporada.
Yo soy de las personas que tardó en entrar en el mundo de Mad Men. Me costó hasta tres veces empezar a ver el primer episodio y conseguir que me gustara y tener interés en avanzar y no me arrepiento. Esta temporada tampoco me ha sobrado, solo creo que los personajes son aún tan ricos y sus relaciones tan intensas que ha fallado la manera de contarlas y la cantidad de elementos desparramados sobre la mesa, esperando a ser montados en medio de un cierto caos musical en el que no se sabía hacía donde llevar los pasos. A esta temporada le ha faltado órden y un buen director de orquesta, esperemos que se centren el próximo año o la orquesta dejará de tocar.
gran post
He recordado al leerte que coindimos en la sala antes de empezar la premiere, un placer hablar contigo.
Para mi el problema, y no me canso de repetirlo es no dar importancia a algunas historias por darle demasiada importancia a otras (como la relación Don y megan que de intrigante expermiento, se convirtio en algo repetitivo y aburrido)
recuerdo las primeras reviews en que pensaba…deja para mas adelante la revolucion social, los derechos raciales, los cambios en la musica…pensando en que en capitulos ulteriores tendria mas desarrollo…pues quitando el de the beatles me quede con las ganas de hablar del resto.No fueron ni texto ni contexto.
por otro lado el tema de Betty no me parecio ni interesante, salvo sus pocos encuentros con Sally que siempre son disfuncionales e intensos, pero en cambio me he quedado con ganas de mas respecto a las tramas de Joan, Peggy y Pryce…todas sus decisiones necesitaban recorrido y no se lo dieron, ese es mi mayor pero.
La temporada fue como el madrid pre-mourihno, un monton de estrellas que no juegan en equipo…asi tuvimos capitulos brillantes per se, pero una temporada que vista en conjunto nos deja algo de desencanto…como sus protagonistas nuestra ambicion no se sacia
@aleyt1
series de bolsillo