Cuando se estrenó La Nube, recuerdo haber sido muy crítica con el programa, especialmente con su equipo técnico y los fallos que se sucedían en el directo, incapaz de comprender como en un equipo de profesionales con tanta experiencia podían ocurrir ciertas cosas. Tampoco fui muy benévola con su presentador, Toni Garrido, quién, como todos los presentadores de programas en directo en televisión, tiene todo el peso de lo que durante esa emisión ocurre, está completamente vendido ante ciertos errores que no puede controlar y termina siendo la cara del desastre cuando este ocurre… y por supuesto, la del éxito cuando se da, pero en estos casos nadie se acuerda de la dificultad y parece que todo es fruto del azar, una cara bonita y un par de vídeos con gracia.
A las pocas horas de haber publicado mi crítica del programa, me sorprendió recibir un mail del propio Toni comentándome haber leído el post y abierto a todo tipo de sugerencias, aceptando con una deportividad digna de alabanza todas mis críticas y tan amable y receptivo como lo estuvo Ana Pastor hace unos meses cuando también escribí sobre ella y alguien le hizo llegar mi crítica a través de twitter. Curiosamente, ayer coincidíamos los tres en la emisión del programa y, aunque me hubiera encantado estar en plató y saludarles personalmente, tuve que conformarme con una conexión a través de skype que, no es la mejor técnicamente, pero permite que los mortales como yo salgamos en plató a un tamaño que nuestro ego bloguero nunca habría soñado.
Como era de esperar, el programa ha mejorado bastante en lo técnico, pues no hay nada que un buen puñado de horas en antena no vuelva rutina, y el contenido del programa de ayer fue sin duda relevante e interesante, con personajes muy diversos del mundo de la televisión moderna, entendida como sector en completa reestructuración, aportando su opinión desde puntos de vista tan diversos como el estudio de las audiencias, con Ricardo Vaca, el complemento que las redes sociales suponen para una periodista como Ana Pastor, los nuevos desarrollos de una marca tan potente como Google de la mano de Bernardo Hernández o la siempre afilada visión de Risto Mejide (quién no se cortaba en apuntar, con mucha razón, lo antiguo de algunas piezas, en este caso tuiteras, con las que se adorna el programa).
Si te gusta el tema de las redes sociales y su relación con la televisión y sus profesionales, échale un vistazo a La Nube y nos cuentas.
Pues yo sigo viendo a Toni Garrido como el clásico vendemotos que, por saber cuatro términos relacionados con la Red, ya se las de erudito y mira a los invitados como Jesús a sus apóstoles, con esa media sonrisita beatífica que parece decir: «No habéis entendido nada»…