Hasta hace poco tiempo, los grandes periodistas eran el llamado cuarto poder, esa representación del pueblo que, aún no siendo elegida por ninguno de los ciudadanos en elecciones, se erigía en defensor de sus intereses, en controlador de los gobiernos, en investigador de irregularidades, con el poder que le otorgaba el reconocimiento de espectadores, oyentes o lectores que sus diferentes medios le otorgaban. Lamentablemente, los medios de comunicación están sufriendo un desgaste muy similar al de la clase política, debido fundamentalmente a la excesiva politización de sus enfoques de las noticias, al partidismo que muestran y a la incapacidad manifiesta para ser objetivos y para buscar la verdad, respondiendo todos, en mayor o menor medida, a lo que sus propias opiniones, amistades o líneas editoriales de sus medios les dictan.
Al faltar estos líderes de opinión, al sentir los ciudadanos que ya no se defienden sus derechos de la misma manera, una gran masa desamparada, desprotegida y huérfana de defensores de sus intereses generales, se vuelve hacia cualquiera que pueda ejercer esa misma labor, independientemente de su formación, el espacio que ocupan en los medios o las garantías de seriedad que les acompañan y la cercanía se convierte en la mayor de sus virtudes, aupando a personajes de solvencia (o no) y grandes audiencias (o tampoco), a meros entretenedores, a la categoría de portavoces del pueblo, de garantes de la estabilidad y de denunciantes de los atropellos.
Y es así como un cocinero con más de veinte años de trayectoria en televisión, pasa de contar chistes a reclamar transparencia a los gobiernos o como una famosa de medio pelo pasa de ser portada por sus relaciones sentimentales o sus pechos descubiertos, a convertirse en azote de su ayuntamiento por no disponer de ambulancia dedicada.
Son los nuevos portavoces del pueblo, son el nuevo cuarto poder, la gente se identifica con unos y con otros, se rebelan contra los medios tradicionales que, como los políticos, sienten que ya no les representan y se apoyan en quienes, tras cadenas de grandes audiencias y su propia línea editorial, sacan los pies del tiesto para mostrarse tan cercanos a los problemas cotidianos como la madre de familia que apura el sueldo a fin de mes o el pequeño empresario que deja de cobrar para pagar a sus empleados. Nos parecerán más o menos respetables, más o menos cansinos o agradables pero, hoy por hoy, están llegando a la gente mucho más que otros, mucho más ilustrados, que han perdido por completo la conexión con la gente de la calle.
CASUALMENTE AQUI EN PERU HAY UN PROGRAMA DOMINICAL POLITICO QUE TIENE EL MISMO NOMBRE «CUARTO PODER»NACIO COMO SIMBOLO DEL DESENCANTO DE LA POBLACION HACIA LOS POLITICOS DE TURNO, PERO ES FACIL DARSE CUENTA QUE ESTOS MEDIOS EN EL FONDO APARECEN PARA DEFENDER INTERESES PARTICULARES Y SABEMOS QUE SON PROPIETARIOS DE OTROS MEDIOS RADIALES Y ESCRITOS, EN FIN , YA DEJE DE CREER QUE TIENEN PODER PARA FAVORECER A LOS CIUDADANOPS SINO MAS BIEN INTERESES PARTICULARESESTA POR APROBARSE UNA LEY PARA CONTROLAR PUBLICIDADA DE COMIDA CHATARRA, Y ESTOS MEDIOS YA PUSIERON UN GRITO EN EL CIELO EN EL FONDO YA SABEMOS PORQUE LOS CIUDADANOS YA NO ESTAMOS CIEGOS …OS FELICITO CREO QUE TOCARON UN BUEN PUNTO CON EL TEMA