La verdad, si no fuera porque Canal Plus ha anunciado que empezará a emitir esta serie el próximo 20 de junio, creo que ni se me hubiera pasado por la cabeza ver Veep, por mucho que su protagonista sea la muy laureada Julia Louie-Dreyfuss y sus secundarios una interesante colección de caras más o menos conocidas de la televisión, como Anna Chlumsky, Tony Hale o Matt Walsh. Pero, dado que se ha empezado a hablar de ella por todas partes, incluidos algunos blogs españoles, parecía de obligado visionado y a ello me puse.
La primera sorpresa es encontrarme con que Veep es una comedia. Pese a que su protagonista es habitual del género, no sé por qué no pensaba que se tratara de una comedia, aunque después de ver el episodio completo, tampoco lo tengo claro. Es cierto que las tramas buscan la sonrisa, ridiculizando a los protagonistas y algunas de sus tareas diarias, pero no es una serie de carcajada y ¡gracias HBO! no hay risas enlatadas. Intento recordar si ha habido antes alguna serie norteamericana sobre la Casa Blanca en tono de comedia pero mi mala memoria no encuentra ninguna, al contrario que en la televisión británica, cuya serie The Thick of It inspira esta versión o incluso en nuestra querida televisión nacional, con aquella cosa llamada Moncloa, Dígame. (¿A que ahora a todos os parece que Veep es deliciosa?)
Para quién no esté al tanto del argumento de la serie, Veep es la historia de una Vicepresidenta de EE.UU. (de filiación desconocida) y sus responsabilidades diarias, una Vicepresidenta algo torpe, rodeada de un equipo que tampoco ayuda mucho. En el primer episodio las tareas de gobierno parecen poco importantes para una administración como la americana, pero no me cabe duda de que la alta política a veces debe enfrentarse a ciertas ridiculeces y ahí es donde parece que Veep quiere cosechar historias. Mientras busca su sitio, numerosos referentes a las clásicas conversaciones de pasillo que popularizó El Ala Oeste y que se han convertido desde entonces en sello de cualquier cosa que transcurra en la Casa Blanca.
Para quienes se lo pregunten, el nombre de la serie es un juego de palabras con las iniciales VP (Vice-President), sin mayor significado.
Tengo la mala costumbre de escribir sobre las series cuando solo he visto el primer episodio, una práctica que no es exclusiva de este blog, inevitable casi para quienes hacemos crítica televisiva o comentamos las series y que muchas veces nos conduce a dar una imagen incompleta o equivocada de aquellas producciones de las que hablamos. En ocasiones, encumbramos productos que solo son un bonito piloto y otras defenestramos a quienes, con el tiempo, logran hacer un producto de gran calidad. Es la tiranía del estreno, que a veces no logra traspasar la pantalla ni eclosionar, dejándonos sin saber muy bien qué decir, sin ser capaces de adivinar hacia donde irá la serie, si tiene mimbres de éxito o se desinflará con el final de la primavera. Con Veep pasa exactamente eso, no sabría decir hacia donde va. Las críticas han sido bastante malas en general y, sin embargo, creo atisbar un cierto potencial que solo el tiempo puede hacer brotar.
Sobre el último párrafo; ayudaría que volvieras a hablar de ella pasado un tiempo, al menos de las que han mejorado desde el estreno (llevar un seguimiento de TODO lo que hayas comentado alguna vez en el blog me suena excesivo).
Saludos.