Hace un par de días Lisa Edelstein anunciaba que no estaría presente en la despedida de House y hoy la que se descuelga del evento también es Jennifer Morrison. Si bien ambas tienen ya nuevos trabajos en The Good Wife una y Once Upon a Time la otra, es una pena que no podamos verlas en al menos el último episodio de la serie, que después de tantos años merece una despedida con el recuerdo de todos aquellos que la han hecho grande. Se desconocen las razones por las que ninguna de ellas pasará consulta por última vez en el Princeton-Plainsboro, pero todo apunta a que la producción ni siquiera se lo ha planteado. No será hasta el episodio final de la serie cuando podamos afimar si se las ha echado de menos o no, pero a priori todo hace pensar que hubiera estado bien verlas una última vez.
Quién sí estará en nuestras pantallas este mismo verano y ya tiene a sus fans dando palmas, es Sigourney Weaver, otra gran actriz del cine de Hollywood que se pasa a la televisión, aunque por el momento solo sea para una miniserie de 6 episodios en USA Network, Political Animals. En ella, interpretará a una ex-primera dama, divorciada de su marido y ahora Secretaria de Estado, que debe reorganizar su vida profesional y familiar después de perder dos de los pilares esenciales en su vida: su marido y la candidatura a la presidencia. Algunos apuntan ya a que esto podría parecerse a The Good Wife, yo sin embargo, lo que veo es una historia de lo que pudo haber sido Hillary Clinton de haberse divorciado de Bill una vez terminado su mandato. Estoy segura de que no seré la única y que la cartela de «cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia» va a tener que ser bien grande.
Por su parte, Katherine Heighl ha comentado su interés por volver a Anatomía de Grey, pero Shonda es mucha Shonda y le ha dicho que espere sentada, que no tiene cabida en las tramas actuales y que no van a cambiarlas porque ella de repente tenga ganas de volver. Teniendo en cuenta las condiciones en las que se marchó y los aires de estrellita que se se dio, no es de extrañar que no la quieran ver ni en pintura, aunque educadamente achaquen la decisión al guión. Cualquiera que siga la serie sabe que Izzy Stevens podría reaparecer en cualquier momento sin mayor problema.
Mientras ella se queda compuesta y sin papel, Mer-Der aún no tienen garantizada la continuidad, pues sus actores no han renovado sus contratos todavía. No sería la primera serie que pierde a sus protagonistas y es lo suficientemente coral como para continuar sin ellos, por mucho que Meredith tenga su propio nombre en el título (siempre viene bien un hermana para estas cosas) y que Derek sea clave para los ya clásicos crossovers con Private Practice (otra hermana que podría venir al rescate y, por mí, quedarse en Seattle, su espíritu es muy poco angelino).
Y ya que estamos de viajes, volvamos a casa para echar un vistazo a los regresos más anticipados: como el de Los Protegidos, que mañana mismo se enfrentará al incombustible Gran Hermano, después de llevar guardada en un cajón no sabemos cuanto tiempo para frustración de algunos de sus protagonistas. Con el anuncio de su estreno, se anuncia también que esta tercera será la última temporada de la serie, en un intento loable por no extender en exceso las historias y mantener el listón alto, según comenta la directora de ficción de Antena 3. Por mi parte, añado que una serie de estas características es difícil de mantener armada cuando no sabes el tiempo que pasará entre estrenos de temporadas, pues no se puede mantener a actores tan conocidos a la espera de una llamada de producción y el riesgo de no poder contar con ellos cuando se quiere grabar es muy alto. Cosas así hacen insostenible la producción de una ficción y acaban con algunos productos antes de tiempo. No creo que sea el caso, pues tres temporadas para esta historia son más que suficientes, pero debería servir de lección para otros casos.
Y por último, el regreso de la niña mimada de La Sexta, que se anuncia ya para el próximo otoño: Patricia Conde estará de nuevo con los espectadores y parte del equipo creativo de SLQH. Por el momento es todo lo que sabemos, suficiente para ir generando expectación y ganas entre el público que añora los inicios de este programa y a su pizpireta presentadora. El grado de quemazón que sostienen, tanto ella como el formato en la cadena, es aún importante y, si bien me encantaría que encontraran una nueva fórmula de éxito, tengo mis dudas de que puedan relanzarse tan rápidamente. Lo malo de los grandes éxitos de la televisión es que ocupar su espacio es muy difícil y pocas veces funcionan los primeros intentos. Lo mismo ocurre con las caras más conocidas de la televisión, tanto más cuanto mayor éxito hayan tenido y más tiempo hayan pasado en nuestra compañía. Difícil tarea a la que se enfrentan unos y otros.
Bueno, se presenta animada la temporada… Es una pena las ausencias en «House», pero hay que esperar a ver si, como dices, se les echa de menos o no en el último episodio.