Hay veces que creo vivir en un mundo paralelo, uno en el que ideas formuladas por gente con mucho prestigio de la industria audiovisual se me antojan tremendas tonterías, imposibles de poner en funcionamiento y absurda la idea sola de querer hacerlo. La última de ellas es la propuesta de UTECA, la asociación de las televisiones privadas, basándose en un estudio encargado a Deloitte, de crear un único canal público que se emita en todas las autonomías, sustituyendo a cada uno de los canales propios.
De entrada, la sola descripción del canal es algo que ya existe y se llama TVE ¿es que queremos crear una nueva TVE? Como si no fuera suficiente con los quebraderos de cabeza que da y el dinero que cuesta ¿Estamos locos o qué?
La idea con la que nacieron las televisiones autonómicas era originalmente buena: dotar a las cadenas de la personalidad propia de cada región, acercar a los ciudadanos aquellas peculiaridades culturales, sociales e incluso idiomáticas del sitio en el que vivían e informar sobre lo que acontecía en pueblos y ciudades con la importancia y relevancia que algunas cosas merecen, cosas que no encuentran espacio en los medios nacionales por falta de tiempo o interés general.
Junto con esto, el pequeño comercio, las marcas autóctonas, quienes no pueden pagar los precios de una publicidad nacional o quienes, pudiendo pagarlos, no encuentran sentido a hacerlo cuando tan solo pueden y quieren vender a unos pocos, encontraban en las emisiones autonómicas (y hasta las locales) un espacio perfecto en el que anunciarse, llegando a su auténtico target y derivando una inversión hasta el momento inexistente a la financiación de estos canales autonómicos. Esto no ha terminado de funcionar y son muchos los anuncios de marcas globales los que se emiten en estas cadenas, no dejando espacio al pequeño empresario y quizá afectando a unos precios que hacen imposible su acceso a estos medios.
Al final, las cadenas autonómicas se han olvidado de su caracter local para jugar en las grandes ligas televisivas, comprando derechos deportivos por cantidades prohibitivas, series de televisión que, aún emitiendo y pagando en conjunto, siguen teniendo un precio muy elevado y rozando el ridículo cuando algunos de estos programas, especialmente el fútbol, se emiten al mismo tiempo en canales privados en abierto, haciendo que la inversión hecha por las autonómicas sea literalmente tirar el dinero.
Que alguien me explique cómo la creación de una nueva TVE «autonómica» soluciona alguno de estos problemas porque, en mi realidad alternativa, no tiene ningún sentido.
Respecto al párrafo:
«[..]las cadenas autonómicas se han olvidado de su caracter local para jugar en las grandes ligas televisivas, comprando derechos deportivos por cantidades prohibitivas, series de televisión […], haciendo que la inversión hecha por las autonómicas sea literalmente tirar el dinero.»
No estoy nada de acuerdo con la generalización que haces, pues en esta cuestión , hay autonómicas y Autonómicas. Creo que las cadenas autonómicas de aquellas comunidades que tienen una lengua propia (Cataluña, Pais Vasco, Galicia, Valencia…) tiene mucho sentido que compren series y películas (que por lo general emiten también con la pista de audio de V.O.) para garantizar que haya algo de oferta en la lengua propia de la comunidad.
En cuanto a los deportes, me parece que es un debate distinto y más complejo, en el que empezaría por discutir si realmente los precios y sueldos que se barajan en este mundillo son apropiados…