Solo he visto el piloto y tiene elementos suficientes como para confiar en que pueda mejorar notablemente y convertirse en una serie imprescindible pero lo cierto es que este arranque me ha dejado bastante más fría de lo que esperaba tras las altas expectativas que había ido generando durante el verano. La sola presencia de Michael Emerson y el sello JJ Abrams dan a Person of Interest un interés (valga la redundancia) bastante mayor del que este mismo guión tendría en manos de un recién llegado con un protagonista del montón.
La premisa que da pie a la historia es impecable: un hombre sin ganas de vivir se enfrenta a una segunda oportunidad de hacer algo importante en la vida, tras topar con un misterioso personaje que le da la posibilidad de prevenir asesinatos violentos en la ciudad de Nueva York. Para ello, utiliza un acceso clandestino a un sofisticado software creado por él mismo para el gobierno, con la intención de cruzar todos los datos que proporcionan los distintos dispositivos de comunicación de las ciudades modernas, datos que, adecuadamente procesados, abren infinitas posibilidades a este departamento de pre-crimen al más puro estilo Minority Report, pero sin los toques futuristas de esta.
Uno de los elementos clave del interés de esta historia radica en que los datos que proporciona la máquina solo apuntan hacia un individuo, pero sin ser capaz de discernir si esa persona es la posible víctima, el verdugo o un simple cooperante necesario, convirtiendo cada episodio en una intriga alrededor del propio caso investigado y sin conocer si el protagonista episódico está de un lado o del otro de la trama, es decir, dos intrigas en una. A esto hay que sumar el oscuro pasado de los dos protagonistas, pasado que se deje entrever en el piloto como un arco argumental que nos mantendrá en vilo a lo largo de la temporada: uno de ellos hombre bueno perseguido por la policía, el otro con una misteriosa cojera y una prohibición explícita de investigar en su pasado que es una invitación a hacerlo.
Todo esto son puntos a favor de la serie, pero algo falla en el conjunto: los métodos. Tanto los sistemas de vigilancia que va instalando el protagonista para controlar a aquellos a los que persigue e investiga, como la capacidad que tiene para resolver a tiros, choques y porrazos cualquier situación extrema en clara inferioridad de condiciones, hacen que el espectador se despiste de la historia real que se está contando y se crea frente a una más de las fantasmadas de Chuck Norris. No pido credibilidad ni realismo, pues siempre he defendido las libertades creativas de las obras de ficción, pero si pido que estas acciones tan extremas estén hechas de manera que no despisten al espectador de su verdadero objetivo: la prevención del crimen, la deducción de quienes son los buenos y los malos y qué se oculta en el pasado de los protagonistas. Como espectadora quiero dejar de fijarme en el «cómo» para centrarme en el «qué» y en este piloto no lo han conseguido, al menos conmigo y mi perfil de espectadora.
Person of Interest está destinada a ser la sucesora de CSI, una saga que está ya en declive y que con el estreno de esta se ha visto relegada a la noche de los domingos, en un claro gesto de confianza de la CBS hacia la serie. Los resultados en EE.UU. en apenas unas horas. Los resultados en España en dos semanas, tiempo que tardará Calle 13 en estrenarla, en otro esfuerzo más por atraer a los espectadores y conseguir que estos no necesiten buscarse la vida de otra manera, esfuerzo que agradecemos.
Otros compañeros que asistieron al preestreno y han escrito sobre la serie: Hablando de series, Vaya Tele, AgenTV o Yo no me aburro
No creo para nada que Persons esté destinada a ser sucesora de CSI. Persons no está destinado a ser un procedimental, sino que pronto (supongo que entre el capítulo 5 y 7) veremos algo que nos indique que todo está conectado creando un misterio de fondo que poco a poco nos cautivará.