Cuando los analistas televisivos empezaron a hablar del declive de los ‘reality shows’, una cadena como MTV decidió renovarse por completo y basar su nueva estrategia precisamente en esos programas que amenazaban con desaparecer tras haber cumplido su ciclo vital, muy exitoso por cierto. Desaparecieron los videoclips y programas musicales 24 horas y la cadena musical por excelencia se convirtió en una sucesión de formatos de tele-realidad para jóvenes que ha reflotado la cadena, le ha dado una personalidad nueva y claramente reconocible y ha demostrado que el fenómeno no estaba agotado en absoluto.
Los programas que podemos ver en MTV no son realities al estilo Gran Hermano o Supervivientes, ni por duración de las galas semanales, ni por seguimiento de los acontecimientos durante el día, ni siquiera por la colaboración de la audiencia para decidir quienes ganan o pierden o el desarrollo en directo de los programas, algo que por cierto, sigue estando muy vivo en otras cadenas, tanto en España como en EE.UU.
Por el contrario, los programas que triunfan en MTV son formatos más cortos, que presentan a jóvenes madres adolescentes afrontando su nueva vida (Embarazada a los 16), a parejas poniendo a prueba su amor por encima de los obstáculos que sus padres pueden poner (Parental Control) o a un grupo de alocados chavales viviendo la vida a tope y sin cohibirse (Jersey Shore). Este es el tipo de programa que funciona en el canal, ya sea en EE.UU. o en España, donde además se está empezando a hacer producción propia de similares características y con muy buenos resultados. Los ejemplos más recientes: Alaska y Mario o MTV Tunning España.
MTV España está ahí, tiene su huequecillo y parece ir tirando pero, si en este país pensamos en realities, la cadena por excelencia, la que nos viene a la mente a la primera es, por supuesto, Telecinco. Pero a Telecinco le falta algo: el público joven, o al menos la imagen atractiva para este público. Con tanta carga rosa como tiene la parrilla, es difícil atraer a una juventud que no está interesada en esos personajes viejos, anticuados, poco interesantes, que ocupan horas y horas de televisión con sus problemas sentimentales, con sus adicciones o sus penurias económicas, personajes que luego son los encargados de poblar los concursos con famosos o, en el sentido inverso, vienen de concursos donde eran anónimos y pasan a convertirse en famosos colaboradores de programas de voces y gritos (muy rentables en otros targets, todo hay que decirlo). Pese a que los formatos son parecidos a los que conforman la parrilla de MTV y los problemas que los alimentan exactamente iguales, los jóvenes no se sienten representados y, aunque estos programas también lideran en el target 13-24, no hay más que ver la publicidad que hay en todas sus franjas para darse cuenta de que no hay diferenciación.
Pero la solución puede estar muy cerca, con la adaptación de Cuatro a un público más joven, uno que, además de buscar cierto tipo de programas, de mayor calidad, más internacionales, pueda además verse reflejado con sus problemas e intereses, apartado de ese aroma a naftalina que personajes como Marujita Diaz, Penafiel o la Campos pueden provocar en chavales con la mayoría de edad recién cumplida.
Especializado desde su arranque en programas de coaching, tanto para perros consentidos como para familias sin capacidad para administrarse económicamente, Cuatro ha hecho de los formatos de tele-realidad parte de su seña de identidad (SuperNanny, Hermano Mayor, La escalera), junto con las series americanas (ahora de capa caída) y los reportajes de calidad (Callejeros). Ahora que está en manos del grupo Telecinco, es natural pensar que se contagie en cierto modo de su espíritu y, aunque sea una estrategia continuista de aquella con la que arrancaron, no sería extraño que pusieran especial interés en empujar este tipo de docushows que tan buen resultado están dando y que encajan con la personalidad de uno y otro canal, dándole cierto empaque a la pareja.
La última muestra la tenemos con el anuncio de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? que recuerda al Date my mom de MTV y que redunda en este camino que parece ser el que tomará la cadena, en una apuesta por la diferenciación y en una dirección que no resulta tan traicionera al espíritu con el que nació, aunque a la larga, de extenderse, podría convertir a la cadena en algo muy parecido a MTV y en consecuencia, en una especie de Telecinco para jóvenes. En última instancia, el mercado lo decidirá.
Sé que me dejo en el tintero otros tantos programas de Cuatro de estas características pero es que hay tantos de este corte que es imposible nombrarlos a todos, en una prueba más del marcado sesgo hacia este tipo de formatos que inunda la cadena.
Aunque tu análisis es muy acertado, creo que has dejado en el tintero un programa clave en la parrilla de Telecinco, como es ‘Mujeres, Hombres y viceversa’ que en la actualidad dota de sentido a gran parte de su parrilla.
Es clave, porque dota a Telecinco de un target mucho más juvenil. Porque aporta protagonistas a otros programas y franjas de la cadena, como ‘Sálvame’o ‘La isla de los famosos’.
Clave, porque sus repeticiones son uno de los pilares del canal Siete, junto con las de ‘Sálvame’.
Y clave, porque esos personajes son los que introducen al público juvenil en otros tipos de formatos más adultos sirviendo de cuña para ampliar el target de la cadena en sus distintas franjas, desde ‘El programa de Ana Rosa’ a ‘Sálvame’ o ‘Supervivientes’