Desde que las cadenas de televisión empezaron a tomarse Internet como un verdadero medio del que se podían aprovechar, han sido muchas las producciones que se han llevado a la nueva pantalla, desde repositorios de programas emitidos ya en la parrilla tradicional, hasta creaciones nuevas para explotar únicamente en la red, pasando por la emisión de capítulos finales de series que no han funcionado en audiencia, pero que tenían una base de fans que merecía ser respetada y premiada con un final, aunque fuera en otro medio.
Hasta hoy estaba pendiente poner a prueba una opción más, la de rescatar series que no han funcionado en televisión o han cumplido su ciclo, esas series cuyo final revoluciona a un importante grupo de seguidores lo suficientemente entregados como para hacer campañas potentes para pedir el regreso de su entretenimiento favorito, para movilizar a muchos otros que, como ellos, no encuentran consuelo tras la cancelación y algunos otros que podrían haber sobrevivido sin ella pero aprovechan la iniciativa para pedir un poquito más. Aunque sean muy ruidosos, estos fans suelen conformar una pequeña parte de la audiencia, no son suficientes para atraer a los anunciantes que compran espacio publicitario «al peso» y por tanto no mueven a las cadenas a hacerles caso porque no son rentables. Alguna vez se ha intentado reflotar la serie con una nueva temporada, pero las audiencias que inicialmente hicieron tomar la decisión de cancelar las series en cuestión no han remontado, convenciendo a los directivos de las cadenas de que su decisión era acertada.
Antena 3 experimentará próximamente con un cambio de canal para su última serie agotada, FOQ que, después de una de estas campañas de apoyo por parte de los fans, volverá en Neox, canal orientado al público juvenil y dónde las exigencias de la audiencia son menores. En este caso se está perdiendo una de las posibilidades que, en mi opinión, mejor pueden venderse en estos casos, la de hacer hincapié en qué marcas son las que traen de nuevo la serie a la pantalla, las que permiten que personajes y tramas muy queridos y añorados regresen a nuestras casas cada semana. Con la pauta única, Antena 3 no puede explotar esta ventaja y pierde una importante baza de ofrecer algo distinto a los anunciantes en estos tiempos de escaso impacto publicitario con la fórmula habitual.
Pero la novedad más llamativa en este sentido la encontramos, como no, en EE.UU. donde dos de sus series matinales más antiguas, dos de sus señas de identidad, All my Children y One Life to Live, se despiden de la pantalla tras más de cuarenta años de historias. Pero la despedida ha resultado ser tan solo un cambio de escenario, dado que ayer se anunciaba que estos dos seriales seguirán emitiéndose como hasta ahora, pero en Internet y otras plataformas, de la mano de la productora Prospect Park, que sigue confiando en el producto y ha comprado sus derechos.
La noticia ha sorprendido a todo el mundo, que no contaba con este renacimiento. Es una apuesta muy arriesgada, al trasladar directamente el formato, con episodio nuevo diario y con la misma duración, a un medio que quizá no sea el más consumido por el público objetivo de estas dos series. Sin embargo, ya sabemos que en EE.UU. tienen claro que, quién no se arriesga no gana, y van a probar. ¿Tendremos por delante otros cuarenta años de serie?