Siempre he sido partidaria de que las televisiones y resto de medios de comunicación sean transparentes. Por lo que a mí respecta y siempre que cumplan la ley, pueden tener la línea editorial que les de la gana, meterse con quién quieran y criticar lo que les apetezca, será cuestión de cada cual elegir qué clase de información, opinión o entretenimiento quiere ver y cuanto de lo allí contado se cree. Para ello, es fundamental ser claros con el pie del que se cojea y no pretender confundir a nadie con una presunta imparcialidad o mero acto informativo.
Cuando se va de frente, cuando se critica a la competencia dando nombre y apellidos de programas y colaboradores a los que se afea la conducta, todo el engranaje funciona mejor. Cuando Ángel Martín sacaba en Sé lo que hicisteis algún vídeo de Telecinco retorciendo las declaraciones del famoso de turno o uno de Antena 3 defendiendo lo indefendible, era un programa de La Sexta «atacando» a la competencia, sin tapujos, quizá con alguna moralina de quién hace un programa en el que pretende pasar por superior en sus principios, pero transparente, sin engañar y corriendo el riesgo de promocionar a tus rivales y sembrar en tu público la curiosidad por lo que están haciendo otras cadenas, riesgo que asumían sin despeinarse.
Esto mismo puede hacerse de manera muy sibilina, a modo de información veraz y sin citar claramente a aquellos rivales a los que criticas, sembrando en la audiencia un cierto malestar que pueda provocar rechazo posteriormente y sin correr el riesgo de promocionar los programas de la competencia. Es exactamente lo que ayer en sus informativos hacía Telecinco, dando un par de minutos de gloria a la denuncia de crueldad animal que una asociación de defensa de los animales ha hecho contra Antena 3 por el estreno mañana en Neox del programa Involución, en el que participa un chimpancé.
No voy a entrar a juzgar las razones de la denuncia, pues tendría que estar presente en la grabación de uno de los programas para ver qué hace el chimpancé, cómo se le trata y en que condiciones vive el resto del año, pero no creo que su participación sea muy distinta a la de otros tantos animales que hacen espectáculos en los zoológicos o que protagonizan series y películas. Quizá deberíamos entonces abolir cualquier presencia animal en los medios y lugares con espectáculos y no oigo las mismas voces cuando se trata de estos otros ejemplos. En cualquier caso, estas asociaciones son libres de denunciar lo que consideran crueldad y es un éxito para su denuncia llegar a los informativos más vistos de la televisión (pecando de los mismos vicios que ellos, yo también he pasado por alto el liderazgo de TVE, que es realmente la que más audiencia tiene en informativos). Pero esta asociación critica un programa concreto, es muy clara en su denuncia y, sin embargo, en la pieza emitida en el informativo no se hace mención a Antena 3. Podríamos pensar ¡que majos son en Telecinco! que se hacen eco de la noticia pero sin dañar a la competencia, pero a mí me parece claro que la intención no es ir de colegas por «el aire» sino todo lo contrario: sembrar un malestar en la audiencia que, de caer en este estreno o al escuchar noticias sobre él, recordará la crueldad animal y el sufrimiento del pobre chimpancé. Sibilino es poco.
Los informativos más vistos son, con diferencia, los de TVE. Y no los de Telecinco. Y ya estamos más que acostumbrados a su mala praxis a la hora de criticar a la competencia.
A mí lo que me molesta es la falta de honestidad. No pasa nada por hacer televisión basura. De hecho, a mí me encanta, pero no soporto que luego vayan de dignos y se ofendan cuando los demás hablen de su forma de hacer los programas. Como decía ayer Buenafuente, estamos hablando de televisión fast-food. Y bien rica que está (aunque te reviente las arterias)