Ya estamos otra vez con la misma pesadez que el año pasado, por estas fechas, anunciaba la inminente necesidad de cambiar el nombre a la serie Cougar Town, básicamente por haber perdido su esencia y haberse convertido en algo completamente distinto y que no justifica el nombre.
Para los que estamos de este lado del idioma, que la palabra Cougar se asocie a una mujer madurita que está de buen ver y se liga a hombres más jóvenes que ella, es un simple azar del diccionario y creo que le prestamos bastante poco atención. Le doy vueltas y no encuentro un equivalente en castellano, quizá por eso me cueste entender que los creadores de la serie estén tan incómodos con el nombre como para haberse pasado la temporada completa mostrando su disconformidad en la cabecera de la serie. Para mí, esto forma parte ya de la diversión, casi como las vanity cards de Chuck Lorre y es un elemento más de atención a la pantalla y de reconocimiento del ingenio de sus autores.
Pero no, ellos no lo ven así, y una vez más lanzan campaña frente a la cadena para que les cambien el nombre, algo que por otra parte me parece que añade dificultades al reconocimiento de la serie en la parrilla la próxima temprada y exige un trabajo de divulgación del nuevo nombre y de explicación a la audiencia de que nada, a excepción de ese detalle, ha cambiado en esta serie, que empezó con muchas críticas y poca aceptación pero que, pasito a pasito, ha logrado encontrar su sitio, aunque en el último tramo de su segunda temporada haya vuelto a bajar notablemente y se plantee su cancelación si no remonta.
En ABC parece que el cambio de nombre es la última de sus prioridades, aunque hay estudios de mercado que apuntan a que un buen número de personas no se sienten atraídas a sintonizar la serie por culpa del nombre, cosa que no entiendo porque, insisto una vez más, pasado el primer momento en el que puedes sentirte intrigado por el título ¿quién ve o deja de ver una serie por el nombre que lleva independientemente de sus actores, las tramas o las recomendaciones de tus amigos?. Para quienes sin embargo, se empeñan en que es fundamental, ya el año pasado se intentó buscar el cambio a Grown Ups o Sunshine State, opciones que fueron desestimadas por recordar a otros productos ya en el mercado y este verano se volverá a la carga.
Por esta misma lógica, se me ocurren otras series, alguna muy reciente que no mencionaré por no hacer un spoiler, que también deberían cambiar su nombre, dado que la evolución de tramas y personajes han dejado de tener sentido y sin embargo no se habla de ello. Empiezo a pensar que esto es una estrategia de marketing para que la serie permanezca viva durante las vacaciones y los espectadores estemos entretenidos.