Las audiencias de ayer, no siendo llamativas en ninguna de las cadenas, que parecen hacer honor al hastío y mal rollo que provocan los lunes, destacan sin embargo por dos datos contrapuestos que merece la pena analizar: por una parte, la nueva caída del interés en Piratas, que definitivamente no ha enganchado al público y que se mantiene en antena, al menos por el momento, porque apenas son ocho episodios y habrá que amortizarlos.
Es una pena que esta apuesta de aventuras no esté dando resultado pues, independientemente de los defectos que pueda tener, era un intento de hacer algo distinto, invirtiendo dinero a lo grande en una producción de mayor calidad que la clásica dramedia de plató y que nos devuelve a la eterna pregunta: ¿le damos al público lo que demanda o seguimos apostando por hacer cosas nuevas hasta que demos con una que enganche?
Por ahora, parece claro que el público televisivo no quiere inventos y prefiere las mismas series familiares de siempre o quiza es que lo nuevo lo busca en otros sitios y las cadenas en abierto deben limitarse al entretenimiento más clásico. Y no lo digo únicamente por el escaso éxito de Piratas, que podría pecar de tener un público difícil, de estar algo desubicada en lunes o de contar con una interpretación desigual, sino también por el flojo resultado de Ángel o Demonio, que no costando tanto como aquella, si intentaba ofrecer algo diferente a lo que acostumbramos y parece no haber sido suficiente, pese a que en este caso el target era claro y muy entregado y el desempeño de sus intérpretes da la talla en conjunto algo mejor que en Piratas, o quizá debiéramos decir que es más homogéneo. Sin duda, es algo a analizar en los departamentos correspondientes de las cadenas y estoy segura de que habrá más de una cabeza humeante por allí.
Por otro lado, tenemos el caso contrario: el éxito de Los misterios de Laura, con más de un 15% de share, subiendo semana a semana, en un ejemplo de cómo lo sencillo puede funcionar estupendamente. Porque esta serie no puede ser más básica, ñoña incluso.
El personaje de Jessica Pujalte Fletcher, con su eterna gabardina y sus mofletes de ratoncillo no convence en absoluto, los intereses románticos que le ponen no tienen química alguna con ella y las pistas con las que acaba resolviendo los asesinatos, son tan obvias o tan absurdas, que cualquier policía real que vea la serie debe estar retorciéndose de desesperación en su sofá desde que empieza el episodio hasta varios días después.
Y sin embargo, uno no puede evitar quedarse curioseando, por si esas pistas tan evidentes resultan ser realmente la solución al crimen, por confirmar como cada lunes los más evidentes sospechosos nunca son los responsables y, sobre todo, porque al no tener anuncios uno no encuentra el momento de cambiar de canal por si hay algo mejor o simplemente apagar para dormirse y, cuando te quieres dar cuenta, todo está solventado y en una horita o incluso menos (el episodio de ayer duró 58 minutos) has terminado de verlo y puedes decidir ver otro que emiten a continuación o cerrar los ojos hasta el día siguiente. Sin duda, una de las principales claves de su éxito.
Sea como sea, mi única preocupación ahora de cara a los lunes es saber si volverá CSI cuando terminen de emitir los episodios restantes de Piratas, en apenas un mes. Telecinco, dime que si.
La verdad es que no se que espera el publico español y menos, aun, las autocriticas que se pueden leer por estos lares (cualquiera que tenga un blog, ya tiene licencia para decidir que esta bien o mal).
No se tendria que hablar a nivel «personal» dirigendose a un nivel «general».
Que piratas, donde se gasto dinero y recursos, fracase y en cambio, los crimenes de Laura, serie que se podria rodar con una sola camara y pocos medios, triunfe, no quiere decir que esta ultima sea peor, por su tematica, si no simplemente, que la que la protagoniza tiene mas carisma que toda la vuloptuosidad de la Pilar Rubio… quizas, la simpleza de Laura, sea mas «reconfortante» que el esfuerzo dialectico y movil de la Rubio.. y mira que veo series a tutiplen, y por ejemplo, la complejidad de un CSI, se ve ofuscada por la sencillez de Laura, El mentalista o Psych, en la cual, uno, ya puede saber quien es el culpable o pensar en la manera «simple» como ha sido resuelto…
Ah!! pensar (y eso se confunde mucho el publico español), en la veracidad de los escenarios, ropas, situacion e historica de series como Piratas, Aguila Roja, etc… es, repito, confundir la realidad , maquillada por el marketing, y eso, es engañar