Ayer terminaba en EE.UU. una de las ediciones más exitosas de American Idol, pese a ser la primera en la que no participaba el mediático Simon Cowell. Me llama la atención la cantidad de televisiones españolas que ayer se hacían eco de este final, entre otras cosas por el baile sexy que se marcó Jennifer Lopez, uno de los miembros del jurado de este año.
A falta de personajes carismáticos como Susan Boyle o Paul Potts en una de las versiones británicas del formato, las televisiones extranjeras han puesto su atención en este meneito de cadera de la Lopez y el cierre de temporada del programa se ha paseado por las televisiones españolas que, sin quererlo, le han hecho la campaña de promoción a la emisión de este mismo programa en La Sexta 2, que recientemente anunciaba su emisión desde esta mismo sábado.
O las cadenas españolas no se han enterado de que su competencia compraba el programa o, sibilinamente y con un importante grado de mala leche, han mostrado las imágenes de Jennifer Lopez bailando para luego contarnos quién se llevaba el premio a casa, en un bonito spoiler de un programa cuyo máximo, por no decir único, interés es mantener la emoción sobre quién será el ganador, si lo será por sus dotes como cantante, por su don de gentes, por su apariencia física o por cualquier otra cuestión que pueda lanzarlos a la fama.
Si, seguramente esté exagerando una barbaridad, aunque solo sea porque la audiencia del programa en La Sexta 2 será bastante residual y la mayoría de los interesados en el programa ya hayan leido todo sobre sus participantes y resultados. Pero, no por ser un programa minoritario, me parece menos mal que unas cadenas se dediquen a spoilear sobre los resultados de concursos que van a emitirse en otras y entendería que La Sexta estuviera mosqueada.
Estoy segura de que no ha sido intencionado, pero tampoco comprendo cual era el gran interés en mostrar las imágenes, que supongo distribuidas por FOX o alguna agencia y que varias cadenas de televisión han reproducido, incluso en los informativos, como si de una gran noticia se tratara. A mí, cuando menos, me ha dado risa.
Un apunte: Paul Potts y Susan Boyle no ganaron la edición británica de American Idol, sino el Britain Got’s Talent, que es un formato diferente (en España el equivalente sería «Tú sí que vales»)
Y yo no creo que ese spoiler sea pura casualidad…