No, tranquilos, no voy a hablar de política, sino de cómo la televisión analizaba ayer los resultados de las elecciones, desde un punto de vista de lo más mundano.
Para empezar, podría sorprender que tan solo TVE y Antena 3 cambiaran su habitual programación de los domingos para ofrecer un seguimiento constante de los resultados desde el cierre de los colegios electorales pero, si tenemos en cuenta que había varios canales informando en continuo y que cerca de la mitad de los españoles optaron por ignorar a los políticos (inmigrantes que no pueden votar y además no están interesados aparte), parece evidente que se imponía la necesidad de no ser monotemático y ofrecer algo de entretenimiento a la población general.
El riesgo radicaba en que tu competencia hiciera lo mismo por las mismas razones y, al final, todos menos las públicas estuvieran emitiendo sus programaciones habituales con algunas conexiones puntuales a los lugares de la noticia, aunque tampoco hubiera pasado nada. De hecho, la audiencia parecía más interesada en ver La que se avecina y otras ofertas de ficción minoritarias, que en seguir al minuto el recuento electoral y Antena 3 se dio el batacazo pese al vestido rojo pasión de su jefa de informativos.
A propósito de Gloria Lomana, podemos afirmar que fue la noche de las periodistas femeninas, pues tanto ella en Antena3 como Ana Blanco, Pepa Bueno y Ana Pastor en TVE lideraron sus respectivos programas con soltura y buen hacer, relegando a algunos de sus compañeros más habituales a papeles secundarios, como el caso de Matías Prats. Entiendo que el hecho de que la directora de informativos de Antena 3 sustituya a su cara más popular cada vez que hay una entrevista o programa de relevancia es un símbolo de la importancia que dan al tema a tratar, pero yo no puedo evitar verlo como un desprecio hacia quién cada día da la cara por la cadena, logrando unos estupendos resultados, últimamente más de reconocimiento que de audiencia, pero no parece ser tenido en cuenta en los momentos realmente destacados.
En Antena 3 se dedicaron a lucir su ya no tan nuevo plató de informativos, su super pantalla y su renovado estilo de presentador con piernas, pero nada de eso pudo superar la fabulosa puesta en escena de TVE que, tras una sobria presencia de sus dos caras más conocidas de los informativos tras un pequeño atril, nos dejaba a muchos con la boca abierta al abrir toda la pared del fondo y descubrir la mesa de debate de Ana Pastor y quienes la acompañaban. Realmente espectacular, aunque de fondo me pareciera escuchar la vocecilla de Mercedes Milá diciendo «la puerta de Gran Hermano se abre para recibir a…»
Por cierto, espero que el responsable de toda esta puesta en escena se haya disculpado ante Ana Blanco por no haberla advertido de que se pusiera cualquier cosa menos un pantalón negro que, a través del ligero atril y frente al fondo negro, la hacía aparecer con unas tremendas caderas que ni la forzada iluminación que añadieron después era capaz de solventar. ¡Con lo bien que hubieran estado con unas banquetitas! Y no solo por el efecto óptico que provocaba.
Como véis, detrás de un sesudo análisis electoral, siempre hay un buen puñado de espectadores mirando todo lo demás para poder ponerle pegas luego. Si es que no tenemos corazón.
Si mal no recuerdo, en las elecciones generales ya habían estrenado ese plató de comentabas (la de TVE que se abre para dar paso a la mesa de debate donde estaba Ana Pastor).
Un abrazo y buen artículo.