Aunque en televisión todo el año es tiempo de cancelaciones y renovaciones, es el mes de mayo quizá el más activo y el que depara mayores sorpresas e incluso disgustos entre los fans de las series de televisión, especialmente en EE.UU., pero también en España. Hacer un repaso completo de todos los movimientos en este sentido sería tedioso y podéis encontrarlo en los numerosos blogs informativos que nos mantienen al tanto de la información día a día, así que me limitaré a aplaudir o llorar sobre aquellas series que me afectan personalmente, a saber:
Mr.Sunshine y The Event: canceladas. merecidamente canceladas. Una pena que de premisas inicialmente buenas, con un plantel de actores atractivos la primera y un apasionante episodio piloto la segunda, no haya podido avanzarse más y todo haya quedado en una sit-com sin gracia y un serie de acción sin emoción ni carisma. Ambas las dejé de ver hace ya tiempo, por lo que no me dan pena ninguna más allá de la tristeza de que Matthew Perry no logre salir adelante.
Brothers and Sisters: cancelada, sorprendentemente cancelada. Pese a que las tramas ya no podían dar mucho más de si y a que los constantes enredos familiares habían dejado de tener gracia, los Walker han sido durante muchos años esa familia a la que me hubiera gustado pertenecer. Con ellos me he reído, pero sobre todo he llorado cantidad y los que me seguís ya sabéis que a mí lo que más me gusta es un buen drama. Pero las idas y venidas de los personajes, la ausencia de un villano que equilibrara las almibaradas relaciones familiares y la falta de tensión, han dado al traste con la emoción y hacía tiempo que la serie pedía que la siguiente fuera la última temporada. Sin embargo, algo ha debido pasar para que se haya echado el cierre antes de tiempo y, aunque el episodio final era bastante redondo, se abrieron un par de nuevas tramas que dejaban la puerta abierta al regreso en otoño. No ha sido así y, aunque de pena, no es una salida del todo indigna.
Parenthood: renovada, y yo encantada de que esté renovada. Aunque esta familia no sea tan perfecta como la de los Walker, tampoco me importaría tener un buen puñado de hermanos como estos, siempre al pie del cañón para echarse las cosas en cara, para complicarse la vida los unos a los otros y finalmente descubrir que se quieren como nadie. Las lagrimillas ñoñas están aseguradas y yo feliz de seguir compartiéndolas con ellos.
Fringe: renovada, o me hubiera ido a la puerta de los estudios con un bazooka a impedir que salieran de allí. Aunque a ratos parecía que saltaban definitivamente el tiburón, me tienen completamente entregada. La vuelta de tuerca de la última escena de la season finale me ha dejado sin palabras y no veo el momento de que llegue el crudo invierno para que vuelvan a emitir.
Blue Bloods, Harry’s Law y Body of Proof: renovadas las tres y, aunque no tienen nada que ver entre si, las pongo juntas porque las tres las sigo en su emisión española, porque ninguna de ellas me llama tanto la atención como para esperarlas ansiosa y, sin embargo, cuando ya no queda nada que ver en la semana, siempre es agradable encontrarlas en el i-Plus. En Blue Bloods no tenía demasiada confianza, demasiadas voces apostando por su no renovación y un plantel de actores nada barato, hacían temer que no duraría, pero ahí sigue. Peores eran mis expectativas con Harry’s Law, a la que tengo algo abandonada y creo que ni la renovación va a salvar de mi quema particular. Pese a que su planteamiento inicial también era prometedor, dentro de ser una más de abogados, no ha logrado engancharme con sus tramas ni con sus personajes y los episodios se me acumulan. Con Body of Proof me entretengo los domingos por la mañana y, pese a que al principio la historia madre-hija era lo que me enganchaba, desde que han resuelto sus problemas y la vemos menos, casi me gusta más.
House: renovada, one more time. Esperemos que sea la última porque, pese a que adoro al Doctor, su mala leche y su inmadurez emocional ya no pueden dar más de si. Una temporada final avisada con tiempo y para redondear una excelente producción es lo que todos, dentro y fuera de la serie, nos merecemos.
Hospital Central: si, la española, la que lleva 20 temporadas ya en emisión y todos dábamos por muerta, Telecinco la primera, hace apenas unos meses. Demostrando que la paciencia y la perseverancia en la parrilla pueden dar sus frutos, Hospital Central ha logrado salir del coma y asegurarse una temporada más. Pese a que yo la abandoné hace temporada y media (justo cuando la cadena empezó a quitarla y ponerla sin respeto alguno por el espectador) me alegra que haya salido adelante.
Y no puedo terminar esta entrada sin mencionar la última cancelación sobre la que hemos tenido noticia, la de Sé lo que hicísteis, algo que se veía venir, una despedida que con cada gran cambio creímos ver venir pero que justo ahora, con la renovación de su plató, parecía haber ganado fuelle para un tiempo más y que, sin embargo, se despide este mismo viernes. Lo que en principio fue uno de los programas de crítica televisiva más divertidos, se fue apagando cuando las cadenas criticadas empezaron a recurrir a los jueces para no salir retratados y, aunque ha sobrevivido mucho más de lo que esperábamos, hacía tiempo que había perdido su esencia.
Piratas 12 por ciento, con el costo que tiene va camino de cancelación.