La Asociación de usuarios de la comunicación ha denunciado a Telecinco por emitir South Park en horario protegido, concretamente en La Siete. Con esta denuncia surge de nuevo la duda de si una franja de protección infantil en los tiempos que corren es necesaria o una sobreprotección que deja en manos de los medios la educación de unos niños que deberían estar convenientemente controlados y asesorados por sus padres.
Entiendo el punto de vista de quienes defienden la necesidad de que la oferta televisiva garantice ciertos principios, pero con la amplia oferta de que disponemos hoy en día y las posibilidades técnicas que ofrecen las nuevas televisiones y descodificadores de TDT, que un niño vea un programa inadecuado cuando regresa del colegio y hasta el momento de irse a la cama es poco probable, siempre y cuando exista la voluntad de protegerle por parte de quienes tienen esa responsabilidad, sus padres.
Dejar a los niños sentados frente al televisor durante horas, sin atención alguna, es una dejación de las funciones de quienes deben atenderlos (sean sus padres, abuelos, niñeras o personas encomendadas a dicha tarea) y pedirle a las televisiones que durante buena parte del día se limiten a emitir contenidos para todos los públicos como si ver la televisión fuera obligatorio, me parece tan absurdo como pedirle a los kioskos que solo vendan el Interviú por las noches.
Existen numerosas manera de evitar que los niños se topen en televisión con contenidos no apropiados a su edad sin necesidad de prohibir, algo por otra parte complicado dadas las diferentes sensibilidades que cada familia particular puede tener. He aquí unos sencillos ejemplos:
– Sintonizar un canal infantil y esconder el mando
– Ocultar o eliminar las cadenas con contenidos que consideremos inadecuados, función que llevan todos los sintonizadores de TDT.
– Sentarnos a ver la televisión con los niños y explicarles qué contenidos son los apropiados a su edad y cuales no, pero sin darle mayor importancia a estos últimos, a riesgo de crear un interés mayor por ellos
– No ver programas que consideramos inadecuados en presencia de los niños, aunque creamos que no están atendiendo y consideremos que es nuestro tiempo de televisión
– Apagar la televisión y ofrecer al niño otro entretenimiento
Uno cualquiera de estos consejos, o la combinación de varios en distintos momentos de la vida del pequeño, evitaría más de un mal rato a alguno.
Si bien no estoy del todo de acuerdo con los horarios protegidos, creo que tampoco cuesta tanto evitar ciertas series a unas horas en las que hay muchos niños delante de la tele. Pero bueno, llevamos tantísimos años con una serie para nada infantil como los Simpsons en el mismo horario, así que no se de qué nos extrañamos…
Creo que en este país los que hacen las parrillas de televisión siguen sin saber que dibujos animados no significa contenido infantil…