Dos cuestiones hoy me hacen preguntarme si es cierta aquella frase que dice «que hablen de mí aunque sea mal», como principio esencial de todo personaje mediático.
De una parte tenemos al bueno de Andreu Buenafuente rechazando un premio como mejor cómico por defender a su compañero Pablo Motos quién, en la misma revista: FHM, era considerado como el peor. Galardones de este tipo son frecuentes en las revistas y otros medios de comunicación, siendo los más conocidos los Razzies que cada año se entregan en Hollywood como respuesta a los Oscars. Es bien cierto que ser calilficado como el peor en tu labor es una faena y debe doler en el amor propio, pero no es menos cierto que te pone en el candelero y, si es cierto que tu trabajo ese año no ha sido meritorio, logra ponerte a la altura de quienes lo han hecho muy bien y ocupar el mismo espacio en los medios. ¿Merece la pena? Entre pasar inadvertido y ser calificado como el peor, yo me quedo con lo segundo.
En un sentido parecido nos encontramos con las constantes referencias que los productos de Globomedia hacen a series de culto como Perdidos o Ángel. Ya hemos visto en alguna ocasión quejas sobre los argumentos de El Internado o Los Serrano con la muerte de Lucía clavadita a la de Cordelia en Ángel y la llegada de familiares en el vuelo 815 de Oceanic. Esto por no hablar del segundo episodio de El Barco, que nos ha dejado tantas referencia a Lost que uno ya no sabía si eran homenajes, burdas inspiraciones o un inteligente movimiento para que todos estemos comentado el episodio por unas razones u otras y esperemos ansiosos la tercera entrega para buscar más referencias evidentes.
¿Merece la pena ponerse en el punto de mira de las críticas de esta manera sea de forma intencionada o maliciosa? Me atrevo a decir que si, aunque para ello sea necesario tener la piel muy gruesa.
ACTUALIZACION: FHM ha respondido a Buenafuente.
Has visto que ha contestado el director de la revista? http://www.fhm.es/site/content/article.aspx?ID=33549